Menos Tolerancia y Más Empatía
El fin de semana presentaron en un noticiero, una nota sobre un adolescente que perdió una de sus extremidades en un lamentable accidente. Sucedió cuando era tan solo un niño, por causa de un señor que, en estado de embriaguez, estrelló accidentalmente el vehículo que conducía contra la casa donde vivía con su madre, con tan mala fortuna; que fue el único que terminó en el hospital donde los médicos tuvieron la difícil decisión de amputarle el pie. La madre, entre sollozos, recuerda aquellos dolorosos instantes, junto con el padecimiento que hoy viven por no tener recursos para poder remplazar una paupérrima prótesis que su hijo utiliza desde el día de la colisión. Para resumir, les puedo contar que al final de la nota una fundación se ofreció ayudar a esta familia víctima de una irresponsabilidad y de una justicia obtusa, que dejó en libertad al culpable sin exigirle resarcimiento alguno...