No Esperemos Nada de Nadie (?)

Dicen que la felicidad radica en un profundo sentimiento de auto-aceptación. Una autoestima a prueba de dudas y de factores externos dispuestos a perturbar la paz interior.

Pero, siendo sinceros, ese asunto del "amor propio" no es nada fácil, en especial cuando uno tiene que lidiar con situaciones negativas, provocadas por personas que apreciamos o que ocupan un rol superior. ¿Y que tipo de situaciones? Bueno, por ejemplo cuando somos objeto de engaño, calumnia, manipulación, abuso, acoso o tratados con indiferencia (solo por nombrar algunas).

Y no es fácil en parte porque, de las cientos que existen, hay dos razones muy poderosas... La primera: no hemos sido educados para cultivar una sana autoestima (lo contrario es una estúpida soberbia). La segunda: Un sentido de la justicia demasiado egocéntrico.

Pero primero "ambientemos" el asunto con algunas preguntas:

¿Les pasó alguna vez que, después de hacer un gran esfuerzo para sacar una tarea o proyecto adelante, quien se llevó los elogios no fueron ustedes, sino otra persona?...
 o ¿Se han enterado que han estado hablando mal de ustedes, y la razón por la que las personas no las trataban de igual manera, era por una serie de rumores negativos extendidos por un amigo o familiar?...
o...¿Ayudaron a alguien cercano cuando estaba en apuros, pero al mejorar su situación, ahora los evita e incluso ha dejado de hablarles?..
o...Mejor ni pregunto en el campo del amor.

De seguro que en estas, u otras situaciones similares, nos hemos sentido abatidos, iracundos, adoloridos o decepcionados. ¿Y por qué?. La razón suele ser simple: Esperamos una respuesta acorde a nuestros actos. Así que, cuando el resultado es contrario a nuestras expectativas, lo consideramos injusto, y claramente nos causa dolor.

En este punto algunos pensarán como el gran "filósofo" Mr Google: La clave es no esperar nada de nadie... (si que abunda esta frase en internet). Una cuestión que me parece completamente absurda. ¡Claro que esperamos muchas cosas de los demás!. ¿Cómo se movería el mundo si no confiáramos los unos en los otros? Y confiar es, básicamente, depositar una expectativa en alguien. 

Considero que esa clase de ideas (no esperar nada de nadie), si bien pueden tener una buena intención, están alejadas de la realidad y son el resultado de una tendencia, casi una obsesión, por "bloquear" nuestras emociones para así evitar sufrir... Pero... Vivir con miedo a ser lastimado es incluso infantil. ¿Es que acaso se puede considerar vida no tener planes, no amar, no desear, no soñar, no anhelar, no confiar?
"La primera vez que me engañes, la culpa será tuya. La segunda, la culpa será mía" Proverbio Árabe
Cuando se presenta una situación decepcionante, solemos cuestionarnos en busca de respuestas, llegando incluso a recriminaciones por haber sido tan inocentes, confiados o tontos. Recuerdo una frase, que al parecer es un proverbio árabe, que dice "La primera vez que me engañes, la culpa será tuya. La segunda vez, la culpa será mía" 

Si alguien nos engaña, o traiciona nuestra confianza, culparnos es prácticamente inútil. Podemos (y debemos) aprender de esas experiencias, pero la responsabilidad es de aquel que nos ha fallado. 

Por otra parte, hay que entender las circunstancias propias de la vida. No por ser buenos dejarán de pasarnos cosas negativas. No por ser empleados comprometidos, vamos a ser reconocidos por nuestros superiores. De todas las cosas que nos pasan, una buena parte son el resultado de nuestras acciones pasadas, la otra parte, por cuestiones que nos superan e ignoramos... Y la diferencia no siempre la notamos.

El fallecido cantante John Lennon, dijo algo muy sabio al respecto: 
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes".
Ahora bien, cultivar el amor propio es fundamental para nuestra salud emocional. Pero es un gran error pensar que, con un elevada autoestima, nada ni nadie podrá afectarnos. No podemos negar nuestras emociones. Al contrario, aceptarlas es lo más lógico y sano. Si nos difaman ¿Por qué no sentir ira? Si nos engañan ¿Por qué no sentir tristeza?

Tal vez no se pueda controlar lo que sentimos o experimentamos. Sin  embargo, si hay algo sobre lo que podemos tener control: decidir sobre nuestra actitud al respecto.

Nuestros actos son el resultado de nuestros pensamientos. Si tenemos fuertes creencias, sólidos principios y claros propósitos, las emociones negativas que enfrentemos en nuestro vivir, les haremos frente con mayor determinación, sin "perder la cabeza" en el proceso, entendiendo el dolor como parte del mismo. Entendiendo que el tiempo nos moldea para ser la mejor versión de nosotros mismos. Si negamos lo que nos sucede, solo estaremos viviendo estancados como niños que no quieren crecer.

Por último, dos pequeñas preguntas...

¿Cuándo fue la última vez que reflexionamos sobre nuestras creencias, nuestros objetivos, las bases de nuestro pensamiento.? Y lo más importante: ¿estamos viviendo acorde a ellos?



Feliz día, Feliz noche, Feliz momento...

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