Lo sucedido allí nos demuestra que el humor, y hablamos aquí de aquel que es propio de las bromas, chistes o los comentarios “graciosos”; suele ser la fuente de muchas alegrías, distensiones y gratos momentos, pero también de muchas molestias, inseguridades y no pocas agresiones.
Dicen que Mahoma, el fundador del Islam, expresó alguna vez: “El que hace reír a sus compañeros merece el Paraíso.” Quizá tenía algo de razón, porque la mayoría de nosotros disfrutamos de la risa, y en el fondo agradecemos cuando, en medio de nuestras preocupaciones, alguien nos hace una broma que nos hace reír. Como si cortara un circuito del que a veces no somos conscientes.
¡Con todo y esto, el humorismo debería producirnos alegrías, satisfacciones y placer! Nada como disfrutar del ingenio y picardía de alguien que nos hace desternillarnos de risa hasta que nos duela el abdomen. “Más risas y menos Gimnasios” podría ser un slogan. A pesar de ello, los chistes no siempre causan gracia. Incluso existe cierta “etiqueta” a la hora de bromear, por eso no es de buen recibo estas expresiones ante, por ejemplo, el dolor ajeno, un funeral o cuando se está resolviendo un asunto de dinero. Tanto es así que hasta un “chistecito” puede arruinar por completo un bello momento romántico...
¿Ese fue el caso de Chris Rock con su broma? ¿Su chiste rompió esa etiqueta? Al parecer en la gala a la mayoría la ocurrencia le resultó graciosa. Por lo menos así lo demostraron sus risas. Así que si la mayoría lo acepta, está bien ¿No? Pero el comediante era consciente de lo que hacía, pues antes de lanzar su apunte le dijo a Jada "Te quiero"... Como dirían en las películas de Hollywood: “Esto no es personal”
Si lo pensamos bien, el humor básico casi siempre es personal ¿Dije básico? Pues si, porque también las expresiones humorísticas tienen cierto nivel, esa es una de las razones por las cuales las personas no se ríen de las mismas cosas. Recuerdo en la universidad una compañera que al cruzar por la plazoleta ubicada frente a la cafetería, se tropezó y cayó aparatosamente al suelo. Era la hora de receso antes del cambio de clases y el lugar estaba atiborrado de estudiantes, así que las risas no se hicieron esperar. Ella se había lastimado y se sentía abochornada por lo sucedido. Al momento, y en medio de las bromas, dos compañeros acudieron a ayudarle para que se incorporara. Por supuesto también fueron objeto de abucheos.
Bueno, pero todos nos hemos reído alguna vez de alguien que se ha caído ¿Verdad? De hecho en los circos, espectáculos y películas siguen utilizando las caídas como fórmula para hacer reír. Sin embargo, a muchos esta clase de situaciones ya no les causa tanta gracia. ¿Por qué? Porque es parte del humor básico, de ese poco ingenioso que se centra en las torpezas o incluso en los "defectos" físicos de los demás (que en realidad son diferencias) Es ese humor que no supera el mofarse de la personalidad de otros, de su religión, color de piel, inclinación sexual o condición social. Como decía el gran dramaturgo y novelista alemán:
“Nada muestra tan claramente nuestro carácter como la cosa que nos hace reír.”(Goethe)
Así que la pregunta fundamental que deberíamos hacernos hoy es:
"¿De qué nos estamos riendo en realidad?
¡Gracias por leer!
feliz día, feliz noche, feliz momento
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NOTA:
* Si quieren conocer lo sucedido en la gala de los Oscar, aquí un enlace de interés: Will Smith y Chris Rock
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