La cometa se eleva más alto en contra del viento...


Esta semana me encontraba haciendo unas averiguaciones en una institución educativa, y mientras esperaba fuera a que me autorizaran el ingreso, una pareja de amigos salía de allí con unos documentos en la mano.

Como suele pasar actualmente, los tapabocas nos obligaron a cruzar miradas más de una vez para por fin reconocernos. Después del efusivo saludo conversamos un poco sobre las razones que los traían a aquella universidad: Habían logrado, después de dos años, formalizar una iniciativa para fortalecer la educación en su comunidad. El proceso no había sido fácil, y tuvieron que sortear varios obstáculos para ello.

Lo que habían logrado me pareció loable y les compartí mi felicitación no sin antes recordarles una frase de un famoso personaje que en ese momento no recordé quien era, ni muy bien lo que había dicho. A pesar de ello, logré darles la idea general. 

Así que para esta ocasión, después de apoyarme en google, he consultado la frase que tuve en la punta de mi lengua para titular el presente artículo:

"La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor." (Winston Churchill (1874-1965) Político británico.)

Todos hemos tenido etapas de nuestra vida en las que sentimos que todo nos juega en contra, que por más que lo intentemos, e incluso por más que tengamos buenas intenciones, las cosas no resultan y se quedan atrapadas en el fango de los días sin que podamos seguir avanzando.

De seguro a esta pareja le sucedió lo mismo, la confianza, el ánimo y la visión de lo que querían se iba borrando en su horizonte, al punto de rendirse en su intento. Pero tenían un propósito, un objetivo que les permitió elevarse ante el viento de la adversidad para hacer realidad ese sueño que imaginaron tiempo atrás.

Nadie garantiza que con constancia y tenacidad alcancemos todo lo que nos propongamos, pero si no lo intentamos nunca lo sabremos. Hoy por hoy queremos tener más certezas, más seguridades, pero este asunto de la pandemia nos asestó una bofetada de la que hasta ahora nos estamos recuperando. Sin embargo, no por ello debemos bajar los brazos, por el contrario, debemos tomar esa corriente de aire que nos llega en contra para seguir elevándonos ¿O acaso no somos capaces de reconocer que lo hemos estado haciendo? 

La confianza suele perderse fácilmente, dudamos de nosotros mismos sin reflexionar un instante, sin darnos la oportunidad de volver la vista atrás para reconocer que hemos sido capaces de encontrar fuerzas donde no habían y que hoy nos permiten decir: "Aquí estoy, porque no me rendí."


El futuro es una habitación oscura que se ilumina a cada paso. Si nos detenemos, jamás veremos más allá de nuestros miedos. La incertidumbre y la angustia no deben crecer más alto que el árbol de nuestros sueños, porque a pesar del cansancio, las inseguridades o los miedos, sabemos que somos capaces de elevarnos hacia el azul del firmamento...

 

¡Gracias por leer!

feliz día, feliz noche, feliz momento


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