"CON EL TIEMPO TODO VA A ESTAR BIEN"


"No te preocupes, con el tiempo todo va a estar bien."

¿Cuántas veces hemos escuchado una frase así, o por lo menos parecida? Tal vez alguien nos la dijo cuando nos encontrábamos en una situación dolorosa. O quizás hemos sido nosotros quienes, en procura de aliviar la pena de una persona a la que estimamos, la hemos dicho. Sin embargo, y a pesar de las buenas intenciones, en un momento de dolor esas palabras simplemente son abstractas y no alivian el dolor.


En la obra "Otelo"de Shakespeare, Brabancio, un padre adolorido porque siente que su hija le ha traicionado, recibe unas palabras de consuelo de parte del Dux. Pero el desconsolado hombre responde, entre otras cosas, lo siguiente:
... Sólo son palabras, y nunca se oyó que por el oído sane el corazón.

Esto es muy cierto, porque cada experiencia es propia de cada persona. Es por eso que debemos respetar la manera en cada quien reacciona a las situaciones. No porque nosotros hayamos manejado bien una experiencia negativa no quiere decir que los demás deban, o puedan, hacer lo mismo. Recordemos cuántas veces nos hemos "ahogado en un vaso de agua" mientras alguien trata de ayudarnos diciéndonos: "¡Vamos, eso no es tan grave!"


Así como las experiencias, el tiempo también es relativo, porque el tiempo está en nuestra mente... Bueno, valga mejor decir: la percepción del tiempo está en nuestra mente. Si bien tenemos tecnología que mide las horas, los minutos, los segundos o los nanosegundos, la idea que tenemos del tiempo está muy ligada a nuestras emociones. Pensemos en lo siguiente: Estamos en un evento o reunión en el que "morimos" de aburrimiento ¿Acaso el tiempo no se nos hace lento? Otro caso puede ser cuando hablamos con alguien muy agradable y sin darnos cuenta han pasado dos horas y ni siquiera nos dimos cuenta ¿Acaso no sentimos que el tiempo pasó "volando"?

En el fondo sabemos que con el tiempo las heridas sanan, la cuestión es que no sabemos de cuánto tiempo estamos hablando y por eso pensar en ello puede sumar ansiedad a nuestra angustia. Esta es la razón por la cual debemos aprender a ser sensibles con los demás, comprender el peso que cada quien lleva sobre sus espaldas. En verdad es muy molesto cuando alguien dice: "¿No lo has superado? ¡pero si ya ha pasado bastante tiempo!" o lo contrario, que no es menos irritante: "Lo superó muy pronto, tal vez no le importaba tanto como decía." ¿Acaso existe una medida? ¿Existe un tiempo prudente y otro... imprudente? Esas son solo ideas necias que suelen hacer daño.


Cada quien escala las montañas de la adversidad a su ritmo. No hay prisas, no se trata de una carrera. Aceptar y tratar de avanzar, es reencontrarnos con una hermosa fuerza que yace en nuestro interior; pero para ello necesitamos tiempo ¿Cuánto? Qué importa, sólo tiempo... 


¡Gracias por leer!

feliz día, feliz noche, feliz momento



 

  

 

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