Agradece A Quien Te Hiere

-¿Te gusta el dolor?
-¿Qué? cómo que si me gusta
-Si, el dolor es lo único que nos hace sentir vivos...

Recuerdo esta conversación como si fuera ayer. Nos dirigíamos a realizar una aburrida gestión en el banco cuando me lanzó esa pregunta. Tenía esa especial cualidad de cuestionar la vida en los momentos menos esperados. Para ella el dolor, que no necesariamente físico, era la expresión más contundente de la existencia humana. En broma le dije que si me despertara en la madrugada, medio dormido, y mi dedito pequeñito del pie se tropezara contra la pata de la cama, la consciencia de mi existencia estaría demostrada por la maldición que lanzaría en ese instante.

Me sonrió compasivamente. Hace poco había terminado una tortuosa relación con un manipulador consumado, (Lo que hoy se conoce como "relación tóxica") así que dejé de bromear y seguimos hablando. Al final concluyó que el dolor no solo era autoconsciencia, sino que nos daba la oportunidad de ser más fuertes para enfrentar nuevas dificultades...

Sinceramente esa idea me chocaba; es decir, el dolor nos hace más fuertes para qué ¿Para soportar más dolor? "Sufre hoy para que el día de mañana aprendas a soportar más sufrimiento" ¿En serio? El dolor como un fin en sí mismo me parecía un sinsentido. De hecho hay una famosa y simplificada frase de Nietzche* que dice: "Lo que no te mata te fortalece." Cuestionando al bigotudo alemán me pregunto ¿El dolor nos hace fuertes o más bien resignados?

Hubo un tiempo que mi amiga se había resignado con el amor. ¿Recuerdan esa canción de Juan Gabriel "Yo no nací para amar"? pues digamos que ella consideraba que no tenía suerte en el amor, que le gustaban los casos perdidos, que era su naturaleza. Pensemos un instante en la frase de Nietzche. Sinceramente mi amiga era cada vez más fuerte ¿verdad? ya que era capaz de iniciar relaciones a pesar de los desengaños... ¿O más bien estaría resignada? Aceptaba su realidad como una certeza que estaba por encima de sus fuerzas, como un destino que la arrastraba inexorablamente a la tristeza y el dolor. https://www.youtube.com/watch?v=H0tomWfZZ7s

Si se tratara de simplificar, el proceso que atravesaba en aquel entonces se vería así:

Dolor → Aceptación → Resignación

Pero no me parecía fuerte, al contrario, no era capaz de hacer algo por su propio bien. Esa aceptación-resignación la hacía pensar que no podía cambiar, que no valía la pena actuar... Bien podría haber hecho como tantas otras personas que optan por no intentarlo más. Pero esto también es otra manera de resignación, muchas veces motivada por el temor a nuevas decepciones. La soledad como elección es loable, pero como única opción; es cuestionable. 
Ahora agreguemos una nueva variable a este pretencioso proceso:

Dolor→ Aceptación→ Resignación→ Inacción.

Si estás resignado... ¿De dónde saldrán las fuerzas para cambiar? Definitivamente la resignación es la variable que sobra ¿Y por cual debería cambiarse entonces? 

Mucho tiempo después me encontré de nuevo con mi amiga. Al ritmo de un buen café hablamos tanto como en las viejas épocas. Desde hace un par de años había empezado una nueva relación (nada parecido a esos suplicios de antes). Tenían planes, se le veía tranquila, segura, como con un recién descubierto equilibrio. ¿Seguía pensando igual del dolor? me dijo que sí, pero desde otra perspectiva. Había cargado sobre sus espaldas tantas decepciones, culpas y temores, que cada que iniciaba una relación estos sentimientos se convertían en un verdadero obstáculo. Pero llegó el día en que dijo ¡Basta! Se cansó de sentir pena, de compadecerse, y comprendió que no bastaba con solo aceptar su dolor, sino agradecer a quien la había lastimado. "Solo cuando eres capaz de agradecer -me dijo.- podrás perdonar, y sobre todo perdonarte. En ese instante se abre ante ti la verdadera fuerza de tu interior."

Para ella, las variables funcionaban así:

Dolor→ Aceptación→ Agradecimiento→ Acción.

¿Cómo así que debo agradecer a quien me hizo infeliz? Por supuesto no es una obligación, es el resultado de un proceso. El dolor nos reta, nos replantea, redefine nuestras prioridades, nos enfrenta a nuestro ego. Es una comprensión que de otra manera no se nos hubiera revelado. En este punto el dolor nos recuerda que estamos vivos, que debemos movernos, la resignación es casi masoquismo. Agradecer es reconocer que somos capaces de seguir adelante, de cambiar, de perdonar sin estar obligados a dar segundas orportunidades. No se agradece por un favor no pedido, se agradece por una experiencia de vida.


* Al parecer la frase completa es “Lo que no te mata te hiere de gravedad y te deja tan apaleado, que luego aceptas cualquier maltrato y te dices a ti mismo que eso te fortalece”.

Comentarios

  1. Lo que no re mata te hace mas fuerte o te fortalece pero si eso te quita un brazo como puedes ser mas fuertes? Pero si habla de la mentalidad debe ser algo muy feo, no se vuelve a disfrutar no negamos a vivir nos hacemos mas desconfiados para no sufrir eso no es fuerza creo que es miedo, si un temor me hace fuertes el amor la esperanza, los anhelos y la ilusion serian fuerzas desvalorizadas por causa "de un miedo que no te mata pero te hace fuerte"

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  2. Y cuando te ha dolido el Alma, 🤔 se podría decir que ese dolor si te hace más fuerte o insensible ?? Y ese dolor que sentiste fue tan fuerte, que duele todavía y crees que ya nada te dolerá más... y entonces si te hace más fuerte???

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