Enamorándonos del Amor

“Cuando uno se enamora, cuando uno no sólo siente deseo de hacer el amor con la otra persona, que también, sino de estar en su compañía, de hablar con ella, a partir del momento en que se convierte en una obsesión, ya hay infidelidad. Sophie Marceau”
En estos días pasaron una fuerte noticia ocurrida en nuestro departamento. Era sobre un hombre que, en un ataque de celos, laceró el cuerpo de su esposa al propinarle sendos planazos* sobre su piel desnuda.  De no haber sido por los vecinos que alertaron a sus familiares, la tragedia habría podido ser de dimensiones mayúsculas...


Lamentablemente este es otro caso de violencia familiar como muchos otros que suceden a diario ¡Una cuestión a todas luces inconcebible! Por eso, más allá de las sinrazones que pretendan justificar tales actos, uno puede observar una característica que se repite entre los agresores: Aseguran amar a sus parejas...

Hablaba con unos amigos sobre un pensamiento que había puesto a rodar: "Terminamos enamorándonos del amor y no de las personas..." y entre todas las opiniones surgía la idea de que podríamos estar más enfocados con el ideal del amor, que en la persona que supuestamente amamos... ¿Qué? Dirán algunos. O tal vez se cuestionen sobre ¿Eso que tiene que ver con la paliza a la pobre mujer?

Pensemos en ello. Descartes sentenció alguna vez: “Pienso, luego existo” famosa y debatida frase que para nuestro propósito es bastante pertinente. Cuando hablamos del amor cada quien tiene un concepto basado en su propia experiencia, aprendizaje o por influencia de personas, círculo social, libros... incluso del mundo de Disney.  Tal vez por eso entre dos personas las relaciones llegan a ser muy complejas, porque más allá del gusto o la atracción, existe todo un mundo que cada uno trata de imponer en su relación y en ocasiones, más que armonías, surge un “choque de dos mundos.”

Independiente de los conflictos propios de las relaciones, se debe prestar especial atención cuando nuestra individualidad, nuestra dignidad, nuestra autoestima, o la de la persona que amamos; estén en riesgo de ser lesionadas seriamente por un "Ideal de Amor". 
Como ejemplo de ese "ideal", propongo analizar ciertas fracesillas "románticas" que bien podrían encerrar riesgos potenciales:

* Ella/el es mi todo.
* El amor exige sacrificios.
* El amor es una fuerza que todo lo puede y mi pareja puede cambiar.
* Nos tenemos el uno al otro, no necesitamos nada más.
* Sin ti me muero.
* Lo daría todo por ti.
* Si no te cela, no te ama.
* Haré lo que sea por no perderte
* (pueden agregar la suya)

Cuando idealizamos a alguien, estamos amando la idea que hemos creado de ella independiente de quién sea en realidad. Es decir, en ese momento empezamos a desconocer a ese individuo que llamamos pareja. Tal vez por eso Sophie Marceu en su frase asegura que cuando nos obsesionamos empezamos a ser infieles, ya que dejamos de ver a la "persona" y solo vemos la "idea" que tenemos de ella.

Puede que esta sea una de las razones detrás del "por qué" una persona que violenta a su pareja, o a su ex pareja, afirma que en verdad la ama, o la sigue amando... Pues, según dicen, "la pasión los desbordó." Nada más alejado del amor. Lo importante para ellos es su ideal de amor, no la persona en sí...

Pero esta no es cuestión propia de los casos de violencia. Conozco personas que han sido cínicamente infieles y al preguntar porqué no dejan a su actual pareja, aseguran que la aman, que como ella ninguna otra... De acuerdo a lo aquí planteado ¿No serán acaso cuestiones de tipo social, tradicional, autoimagen, ego, etc.? Porque sea la razón que sea, claramente desconocen a la otra persona. Están con ella por lo que entienden como relación mientras desconocen, o se auto-engañan, sobre lo que pueda estar sintiendo y pensando su pareja...

De seguro la mayoría de nosotros, hemos vivido situaciones que nos llevaron a cuestionarnos incisivamente cosas como: ¿por qué sigo en esta relación? ¿Por qué no soy capaz de dejarle? ¿Por qué nos seguimos haciendo daño? Aceptar que somos causantes de dolor o permisivos con él, es una cuestión difícil de reconocer sin duda alguna, pero descubrir que nuestro sistema de creencias nos lleva por caminos pocos sanos y autodestructivos, eso sí que es difícil de verdad...

Feliz día, feliz noche, feliz momento...

*Plan: Dar golpe con el borde del machete, fustigando como si de un látigo se tratara. Común en las riñas que a veces surgen en el campo. Planazo sería un golpe muy fuerte con el machete.


   


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