"Quién le dijo que yo era risa siempre, nunca llanto. Como si fuera la primavera, no soy tanto..." (De qué callada manera- Nicolás Guillén)
Aunque en redes sociales muchos manifestaron su apoyo y solidaridad, también salieron personas a burlarse sin mostrar la más mínima empatía por lo sucedido. Finalmente es una persona que viaja por el mundo, disfruta lo que hace y es famosa ¿Por qué se deprime?
Pero esto no es nuevo. Hace unos días el mundialmente famoso reguetonero J. Balvin dio a conocer en su Instagram y otras redes sociales, que padecía de depresión. Y ha aprovechado sus conciertos para invitar a las personas que, como él, sufren de esta condición a que se animen a reconocer esta enfermedad, a que se acepten, a que no se queden en silencio y sean capaces de buscar ayuda profesional.
Sin embargo el vacío existencial, la apatía, tristeza, angustia o estrés son cuestiones que todos hemos padecido en mayor o menor medida. La cuestión es que no estamos educados para aceptar estos sentimientos, ni mucho menos manejarlos. Si estamos tristes nos dicen que ya pasará. Si aburridos, entonces “vamos a divertirnos”. Si angustiados, entonces nos dicen que nos calmemos, y así... es como un afán por salir de esas sensaciones negativas, como si de una piedra en el zapato se trataran; cuando lo cierto es que no sabemos muy bien que hacer con ellas.
Este panorama tal vez nos permita entender la notoria ignorancia de quienes se burlan de quienes padecen estas afecciones de manera crónica, de quienes se mofan de los trastornos mentales, de quienes solo entienden el “éxito” como sinónimo de felicidad.
Khalil Gibran, autor de libros como El Profeta, El Loco, entre otros; escribió:
“No cambiaría las risas de mi corazón por las riquezas de las multitudes; ni me contentaría con convertir en quietud a las lágrimas provocadas por mi agonía interior. Es mi ferviente deseo que toda mi vida en esta tierra sea por siempre de lágrimas y sonrisas.”
La tristeza, ansiedad, angustia o apatía hacen parte de nuestra existencia, pero solemos vivir en negación de esta realidad. El conocido comediante Dany Hoyos, que da vida a "Suso, El Paspi" confesó que padecía de abulia: Un desinterés profundo por las cuestiones de la vida. Puede parecer irónico que una persona que vive del humor, no pueda evitar ahondarse en una apatía tan profunda... Viktor Frankl, un hombre que pasó por los campos de concentración Nazi, escribió en su libro "El Hombre en Busca de Sentido":
"Debemos aprender por nosotros mismos, y también enseñar a los hombres desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espere algo de nosotros. Dejemos de interrogarnos sobre el sentido de la vida y, en cambio, pensemos en lo que la existencia nos reclama continua e incesantemente. Y respondamos no con palabras, ni con meditaciones, sino con el valor y la conducta recta y adecuada. En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las cuestiones que la existencia nos plantea, cumplir con las obligaciones que la vida nos asigna a cada uno en cada instante particular."
Así mismo en Francia se popularizó la expresión “spleen” considerada como un estado de melancolía o de angustia vital sin una razón aparente. Charles Baudelaire vivió esta condición que dejó plasmada en sus poesía:
“Y el Tiempo me engulle minuto tras minuto,
Como la nieve inmensa un cuerpo ya tieso;
Yo contemplo desde lo alto el globo en su redondez
Y no busco más el abrigo de una choza...”

Feliz día, Feliz noche, Feliz momento...
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