QUE DECEPCION SI VOTAS POR...

Imagen de algunos candidatos compartiendo

- ¿Sucedió algo?. pregunté

- Si, un amigo me acaba de bloquear en Facebook- respondió mientras continuaba revisando su celular.

- ¿Acaso le hiciste algo?

- Solo dije que iba a votar por "Xxx" y me escribió: "¡Que decepción!. Después de eso me bloqueó...

En Colombia se celebrarán elecciones democráticas para elegir el próximo presidente del país, y hacía mucho tiempo que el tema político no despertaba tantos amores y odios. La conversación descrita aquí, es tan solo una muestra de la dimensión que ha tomado el asunto.

Basta con ingresar a las redes sociales para observar como se han saturado con toda clase de preferencias por un candidato u otro, y lo que bien podría ser un ejercicio de libertad de expresión, la verdad es que los insultos, improperios y falsedades han estado a la orden del día. ¿Y el respeto? Al parecer es un asunto secundario...

Estos días recordaba una historia del poeta árabe Khalil Gibrán, titulada "los dos sabios":

"En la vieja ciudad de Afkar moraban dos sabios que mutuamente se odiaban su sabiduría. El uno afirmaba la existencia de los dioses y el otro la negaba con vehemencia.
Un día se tropezaron en el mercado y, entre las gentes, empezaron a discutir sobre si existían o no los dioses. Y, después de muchas horas de ardua discusión, cada cual regresó a su casa.
Y esa noche, el incrédulo fue al templo y arrodillado ante el altar imploró el perdón de los dioses por sus antiguos errores.
Y esa misma noche el sabio que creía en la existencia de los dioses incineró todos sus libros sagrados, pues se había convertido en un incrédulo."

¿Alguien podría decir que es dueño de la verdad?. Al unísono diríamos que nadie, y sin embargo muchos actúan como si así fuera, como si sus convicciones fueran las acertadas, mientras que las de los demás se encuentran equivocadas, al punto de no interesarles en lo más mínimo las razones que puedan tener para pensar distinto. ¿No es acaso ésta, la máxima expresión de irrespeto por el otro?

Todo se reduce al miedo...

Cuantas veces no nos hemos ufanado de nuestra capacidad de tolerancia... Tolerancia... esa palabra desgastada por tanto usarla sin sentido. Creemos que tolerancia es soportar a los demás. He escuchado a muchos decir: "Yo soy una persona tolerante, respeto las diferencias, respeto que los demás piensen distinto... lo cual no quiere decir que me interese lo que piensan". 

En este asunto político se puede observar cómo las personas discuten sobre lo que creen, sin escuchar al otro. Simplemente están atentos a lo que pueda decir la contraparte, para resaltar un error o debilidad con el único propósito de atacarle, pero sin detenerse a escuchar las ideas que puedan tener. Solamente están atentos a su turno para hablar. ¿Por qué no les interesa lo que el otro pueda decir? Quizás por temor a cambiar de opinión...  

En la historia anterior, los sabios no habrían cambiado de convicción si no se hubieran escuchado mutuamente. Pero al parecer en nuestra sociedad cambiar de opinión es un sinónimo de debilidad, y nos aferramos tanto a esta paradigma que preferimos alzar la voz, hablar de hechos dudosos (que no nos interesa verificar), burlarnos e incluso insultar, porque al parecer todo es válido siempre y cuando defendamos nuestras convicciones.

Cada quien tiene algo que enseñar a otro, cada quien tiene la capacidad de aprender de los demás. El crecimiento personal no solo se basa en conocerse a sí mismo, sino también a nuestros semejantes. La experiencia por sí sola no es suficiente, el conocimiento y la sabiduría que podemos encontrar en las personas, son una inmensa riqueza que solo es posible aprovechar si estamos dispuestos a respetar al otro.

....A soberbia de aquel que dice bastarse a sí mismo...

   

Nota: Un país no se construye por una persona en el poder, finalmente será alguien que estará de paso por breve tiempo; es mediante el esfuerzo de cada uno de nosotros, con trabajo, conocimiento,  tolerancia, conciencia social, respeto y más, que seremos capaces de ello...