¿Y si hubiera tomado otra decisión?

"Las lágrimas más amargas que se derramarán sobre nuestra tumba serán las de las palabras no dichas y las de las obras inacabadas."

Harriet Beecher Stowe (1811-1896) Filántropa y Escritora estadounidense.

En entrevistas realizadas a personalidades públicas, hay una pregunta que se ha vuelto recurrente... Es más o menos así: "Si tuvieras la oportunidad de cambiar algo en tu vida ¿que sería?". Hace unos días, a un actor de televisión le plantearon esta inquietud, y la entrevistadora no había terminado de formular la pregunta cuando ya le estaba respondiendo sin la menor duda: "Nada, absolutamente nada. La persona que soy ahora ha sido gracias a los aciertos y errores que he cometido en mi vida. Así que no cambiaría nada".

¿Concordamos con esta persona, es decir, no nos arrepentimos de nada?
Escena película: "Mucho ruido y pocas nueces"
Pensando en la rápida respuesta del actor, sentí que estaba presenciando uno de esos concursos con sus preguntas prefabricadas y respuestas calculadas para impresionar a un jurado impasible. La idea que socialmente nos han vendido es que responder de esa manera da muestra de una gran  personalidad, seguridad, madurez, templanza, capacidad para enfrentar los retos de cada día... en fin, la cúspide de la realización humana. Pero esto se me parece más a un título de una obra de Shakespeare: "Mucho ruido y pocas nueces". O como diríamos coloquialmente sobre las papas de paquete: "Mucho aire y poco contenido".

¿Nunca nos hemos arrepentido de nada? ¿No hubo momentos de la vida, que preferiríamos , hubiesen sido de otra manera? Por supuesto que cada situación nos deja una enseñanza, y somos el fruto de la experiencia vivida, "caerse es necesario para aprender a caminar". Solo que a veces, como que nos caemos de más...

¿Y si hubiera hecho otra cosa? ¿Y si hubiera tomado otro camino? Y si hubiera...

Todos hemos cometido errores, o por lo menos decisiones con resultados insatisfactorios. Desde prestar un dinero que nunca nos pagaron, hasta dejar ir una oportunidad por temor u orgullo. En ese dialogo interno del corazón, podemos ser muy duros con nosotros mismos, como si los demás pudieran equivocarse y nosotros no.

La vida nos puede presentar situaciones tan complejas que terminamos reprochándonos  implacablemente por las decisiones tomadas. Es más, como clarividentes del pasado, creemos que si hubiéramos tomado otra decisión, tendríamos mejores más resultados. ¿Pero quién puede estar seguro de ello? Si no hubiéramos dejado ir a esa persona amada, si hubiéramos aceptado ese viaje de negocios, si hubieras llegado a tiempo... ¿podríamos asegurar que seríamos más feliz de lo que somos ahora?

Sin quererlo, nos torturamos por cuestiones propias de la imaginación: "Y si hubiera tomado por el otro camino, y si le hubiera dicho que le amaba, y si le hubiera hecho caso a mi intuición y jugar ese boleto de lotería, y si...." Esas decisiones que no tomamos pueden llegar a atormentarnos intensamente, o incluso atormentar a los demás: Si me hubieras hecho caso... Si me hubieras escuchado... ¿No te lo advertí?... y un torturante etc...

De eso se trata vivir, tomar decisiones, elegir caminos mientras dejamos otros atrás. En este andar es difícil que no nos arrepintamos por algo, sobre todo si se involucraron otras personas: un familiar al que no se le prestó atención o no se le dedicó el tiempo suficiente, caer en una tentación sexual o económica y destruir un hogar, no haber perdonado por orgullo a quien hoy ya no está, no haber llegado a tiempo para evitar la decisión fatal de alguien amado, y un extenso etc.     

No hay remordimiento más grande que aquel que lleva un sentimiento de culpa. Nos puede tomar toda la vida superar esta clase de pensamientos, mientras luchamos por seguir adelante (pues bien sabemos que no podemos detenernos ahí). Si nos quedamos mirando hacia atrás, tratando de adivinar el resultado de esos caminos que no se tomaron, de esas decisiones ignoradas, nos convertiremos de a poco en seres vacíos e infelices.
Si un evento nos dejó una dolorosa enseñanza, a un costo tan alto como una amistad, un amor o incluso una vida, intentemos cambiar nuestro enfoque y tratemos de honrar ese "sacrificio", levantarnos para seguir adelante y crecer como personas. Es como si le dijéramos a ese recuerdo que su paso por nuestra vida no fue en vano.
Charles Chaplin
Lo que nos queda es tomar estos sucesos como aprendizaje, reflexionar para tener el criterio ante una situación similar y tomar una nueva decisión, o por lo menos intentarlo de una manera diferente. A la final somos solo aficionados, como bien decía el genio del cine mudo: "Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no da para más" — Charles Chaplin

La vida está llena de enseñanzas, y las más duraderas se aprenden de los errores. Si la vida tuviera una dirección, esta sería hacia adelante. Por eso debemos seguir a pesar de las dificultades, cada día trae un nuevo despertar, la hermosa posibilidad de empezar de nuevo, de re-inventarnos, de tomar otras decisiones... hacer por fin lo que tanto hemos postergado: ese abrazo, ese adiós, ese perdón, ese basta ya... 


Comentarios

  1. Dotor Quintero excelente escrito.
    Mucho de lo que me puedo arrepentir lo olvide casi siempre lo relaciono a relaciones sentimentales pasadas pero hay algo mas que eso , lo debo pensar pero creo que tiene que ver con mi elección profesional tal vez

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