“Una verdad sin interés
puede ser eclipsada por
una falsedad emocionante.”
Aldous Huxley


Cuando suceden estas tragedias, la comunicación puede ser la diferencia entre la vida o la muerte, y sin ir tan lejos, la diferencia entre la carencia y la ayuda humanitaria. A pesar de ello aparecieron otras falsas cadenas, sitios donde aseguraban recibir donaciones o tener brigadas para ayudar a la gente. Y ahí estamos nosotros en el medio de los acontecimientos, prestos a informar sin informarnos, como si estuviéramos en una competencia por ser los primeros, los más actualizados, los más ... ¡los más!.
Esta clase de cosas ocurren diariamente...
En cierta ocasión un conocido me envió una "cadena" por whatsapp sobre una famosa empresa de lácteos con la que había que tener mucho cuidado, pues estaban vendiendo un lote de yogurt contaminado y no apto para consumo humano. Además, la empresa lo sabía pero prefirieron guardar silencio... Lo primero que le pregunté fue: “Oye, esto que me compartiste ¿que tan cierto es?” A lo que me respondió seriamente, es más, casi que ofendido: “yo solo cumplo mi función de compartir información, ya está en cada quien hacer las verificaciones correspondientes". "¿Qué?" fue lo único que pensé. "¿Yo solo cumplo mi función?". ¡Pero que absurda respuesta es esa!. ¿Quién carajos le dio tal función? ¿la divina providencia? ¿el dios EGO?. Es como decir: "yo no tengo la culpa de mentir, son los demás por creer en lo que digo"
¿Y que absurda repuesta tenemos nosotros para justificar que también reproducimos rumores, cadenas o noticias como autómatas?
Un estudio de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, concluyó que los rumores tienen más fuerza que las noticias auténticas. Parece que ante las noticias que generen más impacto, reaccionamos rápidamente, no las analizamos y terminamos creyendo en ellas. En la actualidad, existen iniciativas que buscan contrarrestar esta tendencia. Una de ellas es la de un grupo multidisciplinario que lideran la campaña #Nocomocuento, como una manera de romper con esta tendencia que suele traer efectos negativos.
Debemos dejar de lado la visión microscópica del mundo. Creer que nuestros actos; por pequeños que sean, no tienen ningún efecto es sólo una actitud egoísta. Antes de reenviar algo deberíamos preguntar ¿Es esto cierto? ¿Estoy siendo de ayuda? Si no estamos seguros de la respuesta, no hacer nada puede ser lo más útil. Por que ya saben, lo que no es útil... empieza a estorbar.
Enlaces de interés:
https://twitter.com/NoComoCuento_
https://www.muyinteresante.es/revista-muy/noticias-muy/articulo/por-que-triunfan-los-rumores-en-internet-391487858227
Comentarios
Publicar un comentario