Cuida Tus Pensamientos, Porque serán Tu Destino

"Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras.
Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos.
Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos.
Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino..."
Mahatma Gandhi  

En cierta ocasión, dos amigas se encontraban hablando sobre sus vidas amorosas (no me culpen, estaban cerca y era imposible dejar de escuchar). Una de ellas se quejaba de su poco éxito en las lides del amor, pues los hombres la engañaban y se aprovechaban de sus sentimientos.
Tras un rato de lamentos por su suerte, su amiga la interrumpió con la siguiente pregunta: ¿No has pensado en cambiar de tipo de hombre que te gusta?. -¿Qué?- Le respondió. - Si, - continuó ella.- creo que siempre te fijas en la misma clase de hombre...-


Al escucharlas pensé en cuantas ideas preconcebidas o aprendidas tenemos que nos llevan a ser infelices, o simplemente alejarnos de las cosas que queremos para nuestra vida. Y no se trata solamente de nuestra vida amorosa, se trata también de nuestra vida en el trabajo, familia, salud, dinero, etc. Porque somos seres multidimensionales, es decir, tenemos varias dimensiones,  y nuestros pensamientos gobiernan sobre todas ellas.

El consejo de la amiga era muy sensato, finalmente nuestras ideas gobiernan sobre nuestros actos y decisiones. Sin embargo, solemos no prestarles mucha atención... es decir; acostumbramos entrenar nuestro cuerpo para estar en forma, o hacemos lo propio con nuestros conocimientos técnicos pues ellos nos permiten desempeñarnos bien en nuestras labores, pero... nuestra mente ¿Que tanto la cuidamos?

La mente es poderosa, tan poderosa que no la debemos desestimar. Gracias a ella somos capaces de alcanzar grandes sueños o por el contrario, sumergirnos en el más oscuro de los abismos del alma. ¿Sabíamos esto? ¡Claro que sí!, la pregunta es: ¿hacemos algo al respecto?. Probablemente no, dado que no estamos acostumbrados a cuestionar nuestras propias ideas, consideramos que así estamos bien, sumado a que solemos ser pasivos con la información que recibimos: Noticias, redes, whatsapp, vecinos, compañeros de trabajo etc. 

Si quisiéramos hacer un filtro de todo esto que nos llega, ¿podríamos diferenciar lo que es basura, importante, bueno o inútil? Si la respuesta es no, necesitamos empezar a estar más atentos. Si la respuesta es sí, ¡fantástico! pero... ¿Cada cuánto lo hacemos?

Más difícil que identificar la información basura, es darse cuenta de los estándares que nos impone la sociedad de consumo. Antes de que aprendamos a gatear, ya la sociedad nos ha empezado a exigir ciertos parámetros de belleza, salud, éxito, posición social, etc y si no podemos cumplir con todas las exigencias, por lo menos debemos aparentar que si lo logramos. Esto que les comparto no es nuevo, basta con mirar en los noticieros las historias de personas que han intentado encajar en algún estándar y sucumben en el intento. Veamos los siguientes ejemplos:

  • Personas intachables que se vuelven corruptos para poder darse la vida que creen merecerse.
  • El hombre que decide segar la vida de su pareja por celos, ya que la infidelidad pondría en duda su hombría o sería una muestra de debilidad. 
  • Personas que se dejan maltratar porque alguien debe mandar en la relación, o consideran que se lo merecen por no hacer lo que les han pedido.
  • Adolescentes o niños con desordenes alimenticios porque necesitan cumplir un estándar de belleza.
  • Personas que han perdido la vida en operaciones estéticas innecesarias, y a pesar de no tener muchos recursos eligieron arriesgarse en centros estéticos no reconocidos.

La lista podría ser interminable. Alguien dijo que aquello en lo que nos enfocamos se convierte en nuestro universo. En otras palabras, aquello en lo que creemos se convierte en nuestra realidad. En los anteriores casos de seguro cada quien se enfocó en una idea o concepto como paradigma de felicidad y actuaron en consecuencia. No conseguir lo que queremos, o el temor a perder lo obtenido nos puede llevar a cruzar ciertas líneas impensadas en otro momento.

De ahí la importancia de hacer un alto en el camino para prestar atención a nuestras ideas y pensamientos. Analizar que cosas nos decimos, que leemos, que escuchamos, con quienes nos relacionamos, a que le damos importancia... finalmente la felicidad nunca la vamos a encontrar fuera de nosotros mismos. 

Mañana, antes de iniciar nuestra jornada, prestemos atención a nuestros primeros pensamientos; aparte del desayuno para el cuerpo, alimentemos nuestra mente y espíritu: Una lectura positiva, buena música, 5 minutos de meditación, orar con agradecimiento o lo que consideremos bueno para fortalecer nuestro interior. Recordemos que somos el resultado de lo que pensamos, de lo que nos enfocamos, de lo que creemos...

¡Feliz semana!



Comentarios