Instantes en las Redes Sociales

Dentro de las cientos de cosas que nos dicen sobre la vida y la manera de aprovecharla al máximo, creo que la más recurrente es aquella que nos conmina a "vivir el ahora" o a "vivir el presente". Algunos mensajes van más allá, diciéndonos que debemos vivir cada minuto de nuestra existencia como si fuera el último (cuestión que de por sí me parece algo exagerada).

 Sin embargo, cada momento de nuestra vida es bastante breve, y al final del día queremos atesorar ese que nos ha robado una sonrisa, mientras intentamos borrar el que ha afligido nuestro corazón... Sobre este asunto recuerdo un poema titulado "Instantes" atribuido a Borges* que dice en una parte:

"Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, 
solo de momentos; no te pierdas el ahora"

Pero sentimos que el "ahora" se nos va rápidamente, como el paso de una estrella fugaz. El dolor parece ser un asunto que se instala sin mayor esfuerzo en nuestra psique, mientras que la alegría parece más efímera y esquiva.

Debo decir que estas reflexiones surgieron cierto día que revisaba las redes sociales. Después de leer las últimas novedades de conocidos, me encontré con muchas referencias a actividades divertidas, eventos y cosas similares. Las situaciones negativas eran pocas o se les imprimía una buena dosis de humor. Pensando en ello surgió una inquietud ¿Acaso todo esto es cierto... o la aparente felicidad que vemos en las redes, no es del todo real?

Primero lo primero: No somos seres aislados. Tenemos una necesidad permanente por relacionarnos. Por eso las redes se han convertido en un interesante instrumento para ello. Allí se comparten ideas, humor, comentarios, fotografías, gustos, ingenios, etc... ¿Para que? para que los demás los vean, los comenten, compartan, se ganen adeptos o simplemente regalen un "Like".

¿Criticable? pues no, ¿Porqué habría de serlo?. Así somos los humanos. La cuestión a la que deberíamos prestarle atención, es a que este mundo virtual no nos haga perder el sentido de la realidad.

Un ejemplo de ello es lo que advierten ciertos textos, donde aseguran que las redes sociales podrían causar depresión. Al parecer ciertas personas al ver a sus congéneres divertirse, parecer enamorados, en constante viaje, etc los puede afectar ya sea por envidia, celos o quizás frustraciones. ¡Incluso pueden llegar a considerar su propia vida carente de alegría!

Lo anterior es un asunto de percepción. Hay personas que son más activas que otras en las redes, ¡Pero no todos los días están de crucero, ni celebrando aniversarios!. Por otra parte, también están quienes hacen de fritar un huevo todo un acontecimiento: Toman la foto, le ponen un filtro Hudson o Vintage, y le cuelgan una frase de Paulo Coelho. ¿Y por eso nos vamos a sentir mal? Estoy seguro que esa persona que se siente infeliz, el día que sale a cenar con alguien especial le toma fotos hasta al mismo mesero.

Del otro lado están los que publican... bueno, estamos. Normalmente todos procuramos mostrar lo mejor de cada uno de nosotros. ¡Tanto así que en la actualidad la mayoría ya sabe cual es su mejor ángulo para una foto!. Pero hay quienes llevan este comportamiento al otro extremo, como tratando de compensar una aparente carencia. Se muestran con muchos amigos, sienten la necesidad de que les den "me gusta" a sus publicaciones o conseguir seguidores a toda costa, y así sentir que son queridos, respetados o tal vez admirados; mientras poco a poco van construyendo una fantasía de sí mismos.

Publicar algo en redes es buscar una respuesta a cambio, no una relación. No podemos olvidar que en el mundo virtual se consiguen afinidades, no tanto amistades.
Dibujo del Caricaturista Liniers

Finalmente volvamos a la pregunta inicial ¿Lo que vemos entonces en las redes sociales es real?

¡Claro que sí! Todos tenemos derecho a publicar lo que queramos. ¿Que de malo tiene escoger las cosas buenas de cada día?. Valoro el humor, ingenio, denuncia o agudeza que uno encuentra cada tanto. Aprecio cada intento de quienes nos rescatan de la "obviedad"; permitiéndonos apreciar de nuevo las cosas simples de la vida. Si a eso se le agrega ver rostros sonrientes, ¡pues bienvenido!. Total, el engaño es de cada quien**.

¡Les deseo un buen comienzo de semana!

Notas:
* En este Link pueden encontrar el poema atribuido a Borges:  Instantes
** En este Link pueden encontrar un corto video sobre el autoengaño en redes Autoengañarse



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