Cuando Entramos en Conflicto

Todos somos un mundo diferente... Somos un cúmulo de ideas, sueños, pensamientos, deseos, sentimientos y creencias. Esto es lo que nos hace únicos e irrepetibles: ¡Como cada uno de nosotros, no existe otro igual!. ¿Maravilloso, verdad?

Sin embargo, esta maravilla es también la fuente de nuestras principales tribulaciones, pues de allí surge lo que conocemos como Conflicto.

No sé cuántos tuvieron la fortuna que de pequeños les enseñaran a resolver sus conflictos, porque la mayoría simplemente tenían que resolverlos sin mayor instrucción... Como anécdota, puedo compartir que tuve la fortuna de crecer con un hermano, y cada que "peleábamos"(lo cual era frecuente), ambos siempre resultábamos castigados por nuestros padres. ¡Y lo que nos esperaba si no hacíamos las pases!.

Frente a las discusiones, siempre ha existido una recomendación que nos han dado tanto amigos, como
familiares: "Para resolver ese problema, usted debe dialogar"... Pero este consejo es tan simplista, que en vez de ayudarnos nos frustra más. Es decir, si con hablar bastara, nuestro mundo se parecería más al de los ositos cariñositos... 

Pues bien, parecerá un poco gracioso; pero al observar cuántas parejas se han separado y cuántas amistades se han desboronado, nos vemos obligados a aceptar; con cierta decepción; que no sabemos superar nuestras diferencias...  ¿Será que no tenemos remedio?

Así que en vez de lamentarnos por la suerte de nuestra especie, podemos intentar abordar el conflicto desde una manera más propositiva:

¿Estamos de acuerdo en decir, que sin importar el conflicto; lo más importante es la relación? 

Hay una verdad irrefutable: No es lo mismo hablar con ira, que hablar calmados. No se trata de dejar de sentir, o disimular un enfado, sino de hacerlo con mesura. No hay nada como arrepentirse de los actos que se cometen cuando estamos descontrolados. Si necesitamos un momento para ello, siempre valdrá la pena respirar un poco antes de hablar.

¿Siempre tenemos la razón? ¿Nuestro malestar es justificado? ¿Nuestra manera de ver las cosas, es la correcta?

Vale la pena recordar que todas las discusiones tienen al menos tres puntos de vista: el propio, el del otro y el de los demás. Dependiendo del problema, Los amigos, familiares, profesionales, o a quienes consideremos Guías, siempre serán mucho más objetivos que nosotros. Aceptar esta ayuda, nos dará la ventaja de aprender a ver las cosas desde la perspectiva del otro.

Como la moneda, cada conflicto tiene dos caras. Podemos aprender a ver el lado positivo o agradable de las circunstancias, por complejas o dolorosas que puedan ser. ¿De que otra forma podríamos convertir la adversidad en oportunidad?

Nunca será un error tratar bien al otro.

No es lo que decimos, sino cómo lo decimos. No es lo que hacemos, sino cómo lo hacemos, lo que realmente importa. Las intenciones de nuestras palabras y actos, son las que marcan el corazón de las personas, por tanto siempre evitemos herir o lastimar. ¿Somos conscientes de esto? ¿o creemos que por no utilizar palabras fuertes, fuimos delicados y respetuosos? 
¿Criticamos amigablemente o destructivamente? ¿buscamos lo mejor para el otro, o simplemente  desahogarnos?

Bien se ha dicho que tenemos dos orejas y una sola boca, porque debemos escuchar más y hablar menos. ¿Escuchamos al otro? ¿Le preguntamos algo y nos tomamos la molestia de escuchar sus respuestas? O somos como esos iracundos que preguntan y se responden a si mismos... ¿Escuchamos para responder, o para entender? ¿Reconocemos nuestros errores y aceptamos nuestras responsabilidades?.

Por último, pretender que las discusiones no existan, y que nuestras relaciones estén siempre llenas de armonía, es una fantasía que no debemos anhelar. Más allá de los acaloramientos por cualquier fruslería, el conflicto debe ser siempre bienvenido a nuestras vidas... es la única fuerza que nos permite salir de la rutina, mientras nos ayuda a fortalecer los lazos que nos unen a los demás...



Un recomendado: La magia de pensar en grande, de Napoleón Hill... ¡deseándoles una buena semana!

Comentarios