¿Quién hace más reclamos?

Con cierto humor, pensaba en estos días en una sencilla encuesta cuyo propósito fuera determinar, quién de los dos hace más "reclamos", o llamados de atención a la pareja en una relación: El hombre o la mujer.
A riesgo de caer en prejuicios que nos lleven a equívocos, podríamos decir que la respuesta se inclinaría a favor de las féminas...

¿Esto que significa? ¿Que las mujeres son inconformes y los hombres despreocupados? ¿Que los hombres son como niños y las mujeres como mamás? ¿o todo lo contrario, como diría una famosa reina de belleza?.

Con este tema se podría bromear un poco, sin embargo tiene un trasfondo más bien serio, tanto es así que en las relaciones este asunto ha sido motivo de constantes conflictos, al punto de provocar rupturas. Lo cual tiene sentido, ya que sin importar el rol que se desempeñe en la relación, alguno de los dos terminará cansándose.

Antes de continuar, es mejor aclarar que no podemos caer en el lugar común de afirmar que las mujeres son las de los "reclamos". ¿O es que acaso los hombres nunca dicen nada? Claro que no, tal vez la mujer es más dada a plantear las inconformidades a la primera oportunidad, y los hombres parece que prefieran evitar conflictos, o no prestarle atención a ciertos detalles... lo cual puede llevar a que terminen acumulando desacuerdos no dichos a tiempo, lo cual es peor.

En este punto, nuevamente recuerdo el "secreto" de un amigo para que su matrimonio funcionara: "mujer feliz, matrimonio feliz". No sé si esto sea una simple broma de género, ¡pero hasta en la película "Rio 2" utilizan la misma expresión!. ¿Pobres hombres verdad? ¿Quien se apiadará de este género?.

Ya un poco más serios, considero que esta no puede ser la dinámica de las relaciones. Si se piensa un poco, los llamados de atención en pareja se fundamentan básicamente en dos situaciones : Uno de los dos recordando lo que "debería ser" la relación, y el otro tratando de mejorar acorde a las "expectativas".

¿Pero porque debe ser así?

Algunos estudiosos del tema, aseguran que el hombre históricamente ha asumido el rol del conquistador, "el cazador de amor". La mujer, más precavida; no le deja la tarea tan fácil al "macho". Resultado: El hombre cuando ha conquistado, se tranquiliza, relaja y espera de la mujer que ésta sea su compañera, sin más tensiones. Mientras que la mujer, después de ver las cosas que es capaz el hombre por conquistarla, espera que esa actividad no termine, es decir; que no la descuiden.

Interesante...

La verdad es que los roles han cambiado. Antaño las mujeres eran abnegadas, y los hombres sabían que tenían a alguien que les esperaba en casa. Hoy por hoy, las féminas sueñan con su príncipe azul, y no están dispuestas a tolerar a cualquier sapo. Por otra parte los hombres se debaten entre ser los machotes seguros, o los comprensibles y detallistas...

Tal vez eso explique en parte, lo difícil que parece ahora llevar una relación duradera. Probablemente nos haga falta recordar que somos individuos, diferentes unos de otros, con sueños y expectativas distintas. Si decidimos compartir nuestros corazón con alguien más, debemos partir de esa premisa. Aprender a ser tolerantes con nosotros mismos y con el otro. ¡No podemos pretender encontrar a alguien perfecto cuando nosotros mismos somos un mar de defectos! Busquemos mejor a alguien que encaje perfectamente en nuestra imperfección...

El amor es la unión de dos individuos en busca de un propósito común, antes de eso solo hay atracción, gusto y emoción. Por eso el amor está en permanente construcción, enfrentando el conflicto, la duda, la intolerancia, la confusión con diálogo... hablando cuando haya que hablar, con amor y con la mirada puesta en ese propósito que se quiere para los dos... 



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