En Mi Tentación

Anoche, mientras conciliaba el sueño, estuve mirando por unos instantes la película "Match Point", dirigida por Woody Allen. Una de las escenas que llamó mi atención, es en la que una de las protagonistas camina bajo la lluvia, evidentemente enojada por los comentarios mordaces de quien fuera su suegra.

A la par, el yerno de la mordaz suegrita; la ve pasar y se aventura tras ella... El hombre finalmente la encuentra, se acerca con un comentario superficial, cruzan algunas palabras, y cuando menos lo esperamos se dan un beso reprimido. Ella le mira confundida, pero solo le dice: "Sabes que esto no nos llevará a ninguna parte". Y como si de un detonante se tratara, ambos se funden en un beso apasionado que deja su huella en aquel campo de espigas...

Este solo hecho, deriva en una serie de situaciones que complicarán la trama de la película hasta llegar a su trágico desenlace.

¿Algún parecido con la realidad?

Probablemente, pero más allá de determinar si hicieron bien o mal, es saber el "por qué". Es decir, ambos sabían que esa aventura no tendría futuro, pero al parecer la "razón" sólo les era útil para realizar multiplicaciones, pero no para tomar buenas decisiones.

En la cinta, los dos se miran por un segundo, como si en ese instante de sus vidas tratarán de medir las consecuencias de sus actos. Pero como en la vida real; o como tal vez nos haya sucedido, el mundo dejó de tener importancia para ellos, y sólo existieron en la complicidad de su pasión.


Estamos hablando de una situación compleja, donde existe un deseo por alguien, mientras se tiene un compromiso afectivo con otra persona. Es una situación donde tomar una decisión sensata no siempre será fácil. Bien podríamos el día de mañana justificarnos con un: "No lo pude evitar", "No sé que pasó", "simplemente se dieron las cosas", "Yo no quería"

Pero si somos realmente sinceros, aceptaremos que nosotros hemos sido los únicos responsables de que las cosas llegaran hasta ese punto. Es como si empezáramos a coquetear con alguien, a salir furtivamente, buscáramos espacios para estar a solas... Si llegara a presentarse una situación como la de la película, en verdad seríamos algo cínicos si dijéramos: "¡No sé que pasó!"

Al crear condiciones tentadoras, inevitablemente nos arrastraremos a caer en ellas. En vez de decir: "¡caí en la tentación!", bien debiéramos expresar: "¡He caído en mi tentación!".

Intuitivamente sabemos en que momento las cosas no están bien, pero lo ignoramos, cedemos al deseo; ayudados incluso por la razón. ¡Tanto así que podemos llegar a ser verdaderamente infantiles! Esto se evidencia cuando expresamos cosas como: "nada pasará", "Sabemos lo que estamos haciendo" o "todo está bajo control".
Total, así dos personas sean "conscientes" de sus actos, no siempre gobernarán sobre sus emociones... Y he allí la semilla de todo conflicto...

Por último, les comparto este pensamiento

¿Por qué es tan difícil querer, siendo tan sumamente fácil desear? Porque en el deseo habla la impotencia, y en el querer la fuerza" Gustav A. Lindner

Deseándoles un buen fin de semana,

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