.jpg)
Oración:
"Líbranos, Señor;
de encontrarnos,
años después,
con nuestros grandes amores."
Desde ese día, con varias personas compartimos impresiones y experiencias sobre ese escrito. No llegamos a una sola conclusión, pero si a detenernos y pensar la manera en que nos relacionamos.
Ambientemos un poco el tema...
En un lugar especial de nuestra mente y corazón, de seguro llevamos el recuerdo de un gran amor. Afortunados quienes pudieron continuar con esa persona, pero esa no parece ser la regla. De aquellos días, conservamos el recuerdo de un aroma, un contacto, palabras, sonrisas y muchas cosas más. Tal vez sea esa la razón por la que, sin darnos cuenta, los recuerdos nos visitan de forma fugaz, o permanentemente... ¿Por que no se dieron las cosas? ¿Por que se terminó? infinitas respuestas para una pregunta universal. Pero hay un factor común en todo gran amor del pasado: el "podría haber sido".
Ese "podría", convierte en permanente lo que fue temporal.
Re-encontrarnos con ese alguien que nos hace "vulnerables", no es tan sencillo. Puede pasar que sea una persona que conoce nuestra debilidad. Así que llega después de cierto tiempo y sin más; accedemos a su voluntad. Situación nada favorable. Además; podemos dejar a un lado cosas buenas e importantes, sin considerar que estamos complaciendo el egoísmo de alguien más, que solo quiere revivir buenos momentos...
Por supuesto, podría ser otra la situación. Una persona que re-aparece con buenas intenciones y el "corazón en la mano". ¿Que hacer? y si estamos en una relación ¿deberíamos prestarle atención a sus pretensiones?.
Importante es tener claro lo que queremos. Probablemente, los recuerdos en torno a esa persona los hayamos idealizado, pero nuestros ideales no son la realidad. El tiempo todo lo cambia, y esa persona del ayer, es alguien nuevo por conocer hoy.
Si nos encontramos en una relación, y ese otro nos hace dudar... es momento de hacer una pausa. No tanto para analizar si corremos o no, a los brazos de aquel. Más bien para evaluar si algo nos está molestando o frustrando en nuestra relación. Tal vez exista una situación que no se ha encarado con honestidad, o no se haya resuelto plenamente, y sea el momento de hacerlo...

Pues bien, Independiente del caso; lo cierto es que el re-encuentro con un gran amor, no pasa desapercibido. ¡Ese día definitivamente es diferente!. Nos recuerda el fuego que llevamos dentro. Su encuentro puede tener la energía de un aire fresco y renovado. Incluso nos puede hacer comprender, que podemos escoger libremente con quien estar y con quien no. Y si estamos en una relación, tal vez nos permita entender, que a esa persona que hoy tomamos de la mano; en realidad sea ese gran amor que aun no hemos querido descubrir...
Deseándoles una buena semana... y a la espera de comentarios....
Comentarios
Publicar un comentario