Influencia y Manipulación

¿Quién diría que nunca ha sido manipulado?. Reflexionando sobre esta inquietud, me encontré con un artículo de los llamados "motivacionales", donde se hablaba ampliamente del tema. Una de las reflexiones que allí se compartía, era acerca de las personas conocidas como "malas influencias", es decir; aquellas capaces de manipular a los demás de forma negativa o destructiva. Sin embargo, el escrito aseguraba que dejarse influenciar era sinónimo de no saber lo que se quería en la vida.

Si tu no has decidido a donde quieres ir, o quien llegar a ser, de seguro otros lo decidirán por ti. No tener claro lo que queremos en la vida, nos convierte en unas tristes espigas moviéndose al capricho del viento. Esto parece tan cierto, que lo damos por sentado y no tiene discusión. Pero... ¿las cosas son realmente así?

Probablemente hemos conocido personas inteligentes, con carácter, decididas, que empiezan a relacionarse con alguien hábil o encantador, y terminan siendo manipulados a su antojo. Cuándo vemos esta escena, no podemos evitar preguntarnos el por qué de esta situación aparentemente inimaginable. Sin importar el nivel intelectual o económico, todos somos susceptibles de caer en esta clase de relación.

Antes de continuar, debemos admitir que en toda relación existen juegos de poder, es decir; está quien propone y quien acepta, quien lidera y quien sigue, quien dice y quien hace... Muchas personas tienen una fijación con este tema, y siempre buscan imponer sus criterios por temor a sentirse inferiores a otros. Nada más tonto. La manipulación o influencia, no es ni buena ni mala, es la intención lo que la determina. Además, todos hemos asumido ambos roles. Alguna vez hemos liderado... otras obedecido, lo cual no establece si somos débiles o fuertes.

Si un amigo nos da un buen consejo, o nos orienta para tomar una mejor decisión ¿diríamos entonces que somos influenciables o manipulables? ¡Bah! 

Lamentablemente, si existen personas con baja autoestima, capaces de manipular sin escrúpulos con el único fin de sentirse superiores. 

Estas personas son capaces de ganar nuestra confianza, expresarnos afecto desinteresado y aparentemente buscar nuestro bienestar, cuando en realidad su actuar es egoísta, llevándonos poco a poco a una relación insana y dependiente... Y son hábiles en ello.

Necesidades de aceptación, afecto, comprensión, amistad o amor, son vistas por estas personas como una oportunidad para usar en nuestra contra. Sin percatarnos, nos volvemos dependientes a ellas, limitamos nuestras amistades, dudamos de lo que realmente queremos, transgredimos, cambiamos nuestra manera de ser y creemos que nadie nos comprende tanto como esta persona.

Cuando empezamos a actuar así, debemos preguntarnos si estamos siendo manipulados. De un momento a otro empezamos a tener conflictos familiares, con amigos, en el trabajo. Empezamos a perder criterio, todo lo consultamos. Mientras tanto, la otra persona está siempre pendiente de nosotros, nos llama, hace planes, a cada momento opina sobre nuestro actuar o la gente que nos rodea.

No debemos avergonzarnos de admitir que hemos sido manipulados. Lo vergonzoso sería saberlo y no hacer nada. Una buena persona en nuestra vida, siempre querrá nuestro bienestar. Le interesará que llevemos sanas relaciones familiares, laborales y con amigos. No está en procura de sembrar intrigas, zozobras o dudas sobre lo que somos. 

Cultivar nuestro interior es tarea permanente, construir buenas relaciones también. ¡Lo que no sirve, que no estorbe!, por ello no debemos lamentar perder ciertas amistades o alejarnos de ciertos círculos a los que creíamos pertenecer. En la medida en que nuestra vida adquiera armonía, serenidad y paz interior; sabremos que nuestro existencia se dirige por un camino adecuado...

"...Nadie puede decirme quien soy, yo lo sé muy bien..." Fito Paez

Buena semana para todos...