Seguir por lástima

A cada instante estamos tomando decisiones, seleccionado los mejores caminos según nuestro parecer. Pero no todo es a pedir de boca, pues existen momentos en que decidir se torna difícil, tal vez por nuestra falta de experiencia, las dudas internas, orgullo, temor a equivocarnos, etc.
Aquella tarde, particularmente caliente por cierto; mientras hablaba con cierta persona, noté que se encontraba inconforme con su relación actual, y así se lo hice saber. Me dijo que era cierto, de hecho que había dejado de querer a la persona y quería que la relación terminara. "¿Y que vas a hacer?" le dije. "Nada" fue su corta e inesperada respuesta.

Se que no actuar es también una decisión, pero cuando el amor acaba, se presentan a lo sumo dos caminos por tomar: Intentar rescatar la relación o terminarla. Esta persona simplemente dijo que nada, como si lo neutral fuera sinónimo de sabiduría salomónica.

Al indagar sobre la razón para no actuar la sorpresa fue mayor, a pesar de que ya había escuchado una respuesta de esas, cuando me la expresó; era lo último que esperaba oír. Palabras más, palabras menos, su razón se basaba en el pesar que le causaba terminarle a la persona, es decir; sabía que si terminaba la relación le causaría un gran dolor a su pareja, uno que tal vez no podría soportar.

Que consideración.... Que amor... Que generosidad...

Cuando las cosas se han tornado insoportables, y ambas partes no se toleran un segundo más, terminar la relación... digamos que es más fácil. Pero a veces sucede que mientras uno de lo dos ya no ama, la otra persona siente que están en el mejor momento de la relación y que el amor fluye a flor de piel... la cuestión cambia radicalmente ¿verdad?.

¿Lo anterior justifica continuar una relación por consideración o lástima?

Las relaciones se construyen y sostienen en pareja. Una pareja debe marchar hombro a hombro, lado a lado. Cuando alguno de los dos deja de hacerlo... alguien saldrá lastimado. En el caso que nos ocupa, uno de ellos está preparado para una ruptura, a la vez que alimenta la ilusión de que todo marcha bien en el otro. Uno de los dos está "mejor" que el otro... Uno de los dos es superior al otro... Uno de los dos empieza a tener lástima por el otro...

Particularmente la "lástima" me parece uno de los sentimientos más mezquinos. La mayoría lo confunde con la compasión, algo noble que lleva en sí amor y acción... En cambio la lástima demuestra superioridad ante alguien igual a nosotros.

En el amor no tiene cabida la lástima, así de sencillo.

Asimismo, muchas muestras de empatía o bondad, no son más que egoísmos y orgullos ocultos. Decir que no se termina una relación para no lastimar, salvo en extraordinarias circunstancias, no tiene justificación. En muchas ocasiones es más el temor a enfrentar un conflicto o simplemente evitar el rechazo de amigos o familiares... o incluso no querer arruinar una imagen positiva ante los demás... Más aún, conozco de personas que postergan la decisión para no perder abruptamente los "beneficios" de una relación, lo cual es demasiado abyecto.

Si no estamos interesados más en una relación, lo mejor es sincerarnos. Si estuviéramos en una situación donde nos plantearan estar con nosotros por lástima, de seguro la rechazaríamos ¿Verdad?... Creo que no hay más que hablar...

...Pero si por comentar... ¡una buena semana!


Comentarios