Volver el tiempo atrás

Es una mañana soleada. El verde arbóreo contrasta con un límpido azul celestial. Desde aquí, se puede escuchar a las hojas hablar mientras comparten su sombra. Hay cierta quietud, de esa que aveces necesitamos para escuchar nuestros más profundos pensamientos. Decía Charles Chaplin, que en la vida siempre seríamos aficionados... ¡la vida es tan corta que no da para más!. Por ello, en algunos momentos quisiéramos regresar en el tiempo, hacer algunos ajustes... hacer las cosas de una mejor manera... ¡Oh, por supuesto! es tan sólo un sueño, un anhelo vacuo en la búsqueda de consuelo para una incompleta felicidad...

Hace unos días hablaba con una entrañable amiga, quien se sentía frustrada por su vida... aunque prefiero decir "actual vida". Total, la vida está hecha de momentos, y el momento que estaba viviendo mi amiga se le figuraba triste y sin sentido. Se había dado la oportunidad con otra persona, pero después de años de convivencia y de deterioro de su relación, el sentimiento de "haber perdido el tiempo" se le presentó implacable, duro, infranqueable, inexorable...

Y si, tal vez lo mejor sería volver el tiempo atrás, estar atentos a las señales, a las verdades que no queremos aceptar, a esos sacrificios unilaterales que nadie nos pidió... Sin embargo estamos donde estamos, y difícil es caminar sin pisar algunas flores.

"No desfallezcas. Sigue adelante. No te detengas. Mira el lado positivo..." Un interminable desfile de frases aprendidas para resolver problemas. Pero como una inmensa ola que se yergue ante nosotros, en nuestra vida tenemos momentos donde el horizonte desaparece, las fuerzas nos abandonan, no podemos más... y sin querer nos quedamos inmóviles ante lo inevitable.

Nuestro presente es el resultado de nuestros actos pretéritos. Nuestro camino se construye a base de decisiones pero también de azar. Lo cierto es que, en felicidad o tristeza, nuestro presente nunca es inmóvil, ni será el mismo para siempre. Desde levantarse de la cama hasta cambiar de ciudad, cada uno son actos que poco a poco modifican el futuro. 

Dejar las cosas como están, no hacer algo; es también un acto, una decisión. Así que, siempre será mejor movernos. La costumbre es una fuerza que nos paraliza, y con el tiempo agradecemos aquellas situaciones que nos hacen "tocar fondo". Así como esa inmensa ola que nos arrastra a un lugar que jamás pensamos o aceptaríamos para nosotros... Y lo increíble es que siempre tenemos la fuerza para levantarnos, planear y actuar, sin temor a perder más...

... No importa si no vemos el horizonte lejano. Al volver la mirada atrás sabemos que hemos superado muchos escollos, superado situaciones impensables. Además de torpes, ingenuos, descuidados, en nuestra existencia también hemos sido inteligentes, sabios, astutos, sagaces... Se trata de avanzar, ya sabremos que hacer; pues nuestra experiencia no puede haber sido en vano... 

Chaplin aparece de nuevo con otro maravilloso pensamiento:

"La vida es una obra de teatro que no permite ensayos...Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida... antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos."

"A  fin de cuentas, todo es un chiste..." Charles Chaplin

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