Con cierta regularidad y por teléfono, mi amiga y yo tenemos la costumbre de preguntarnos a eso de las 7:00 pm, "¿Aún estás de regalito?". Es decir, una hora después del fin de la hora laboral, nos hacemos esta pregunta que no es más que decir: "¿Aún estás regalando tu tiempo a la empresa?". Entre risas nos burlamos del que responde que si. ¿Y Cual es el punto? bueno, que somos grandes amigos y nos gusta conversar, pero a veces el trabajo limita los encuentros y cuando tenemos la oportunidad, preferimos descansar en el hogar. Esto no tiene mayor trascendencia, salvo el hecho que "la oficina" se antepone a la vida personal. La amistad es en esencia comprensiva y tolerante a cosas como estas... pero los hijos, la familia o la misma pareja... ¿lo pueden ser?
El éxito es un estado relativo de satisfacción personal. Sin embargo, casi todos lo buscamos a través de nuestro trabajo (llámense artistas, oficinistas, fotógrafos, etc), pero cuando deja de ser un medio para convertirse en un fin, los problemas aparecen prontamente.
Parece que estamos en una época donde el trabajo exige cada vez mas de las personas. El compromiso se pone a prueba, a costa de la vida personal y familiar en muchos casos. Aparte, por supuesto, de la exigencia de cada quien por ser responsable y profesional, lo cual implica muchas veces hacer sacrificios.
Hablando de sacrificios, una amiga me comentaba su dificultad para entablar una relación: “el tiempo, es limitado, cuando no estoy en la oficina ando en reuniones…”. Al final, con cierta resignación, sentenciaba: “y si la tengo, ¡pues pronto se aburren!”.
Adicionalmente la energía que demanda un alto ritmo laboral afecta el ámbito personal. Después de una ardua jornada, con dificultad se aceptan salidas, reuniones de amigos o fiestas. Y si se accede, al cabo de media hora la pregunta es : ”Nos podemos ir temprano?”. Si a esto se suma la convivencia con alguien o tener familia, el poco entusiasmo es para la novela de turno o distraerse con Animal Planet, con la esperanza de un fin de semana para recuperar el tiempo perdido.
Debemos tener cuidado en acostumbrarnos al trabajo y no detenernos de vez en cuando. Para todo debe haber tiempo, pero hablo de tiempo de calidad… A veces puede ser sólo falta de actitud. ¿Por que para el trabajo siempre hay energía? ¿tiempo para una reunión extra?. En cambio parece estar permitido llegar a casa siempre exhausto, o cancelar alguna cita a última hora a nuestra pareja… claro, es que en el trabajo hay mucho en juego en cambio en la familia y en el amor no ¿cierto?.
¿Será que a veces se abusa un poco de la comprensión de la familia y la pareja? ¿O nos estamos acostumbrando decir que no podemos hacer nada al respecto?…
Somos seres multidimensionales, que buscamos la felicidad tratando de equilibrar las diferentes dimensiones de nuestra vida: Trabajo, familia, espiritualidad, dinero, amor, salud, etc. Centrarnos en una de ellas descuidando el resto, nos puede llevar a arrepentimientos futuros. Hablemos, busquemos apoyo, alternativas, pongamos de nuestra parte para tomar las riendas de nuestros destinos. No dejemos perder hermosas oportunidades o los tesoros amados de nuestra vida sin hacer nada al respecto, ¡ mucho menos por culpa del trabajo!
Además, siempre habrá una manera diferente de hacer las cosas, siempre…
Comentarios
Publicar un comentario