En estos días estaba pensando en una metáfora para referirme a la confianza... Tal vez por que veo en ella una fuerza increíble capaz de hacer frente a cualquier adversidad, y sin embargo es tan frágil como el más fino cristal. Pensaba, como decía, en una metáfora que pudiera condensar su concepto. Por más que pienso en ello, no puedo alejar de mi mente la idea del hielo. ¿Y por que no? cuando éste tiene varias capas es tan duro e impenetrable como la más densa de las rocas, por el contrario, si es delgado; bastará una leve presión para que se quiebre en cientos de pedazos.
Cuando una relación se sustenta en una férrea confianza, esta es capaz de superar toda clase de obstáculos. Las intrigas y temores son dejados a un lado sin mirar atrás.... pero, si ésta se va debilitando al punto de quebrarse... ¿podrá recuperarse?.
La confianza se pierde cuando la otra persona actúa en contra de lo que esperamos de ella. En el amor, cada que nuestra pareja actúa conforme a lo esperado, nos da confianza, se crea una capa más de hielo que refuerza el suelo que pisamos. ¿Y cuándo el suelo deja de ser seguro para nosotros? Son muchas las razones, pero la mas devastadora de ellas es el engaño...
En primera instancia, ¿Deberíamos perdonar y continuar con la persona?. Diré que en el amor no existe lo correcto o incorrecto, cuando dos personas se encuentran crean un universo regido por sus propias reglas. La pregunta adecuada sería: ¿Se puede perdonar y seguir con la persona?. Y aquí ya estamos en terrenos desconocidos...
Las circunstancias en las que se presenta el engaño, influyen para determinar si se puede continuar o no. Por supuesto, no puede dejarse a un lado muchas otras como la sociedad, familia, amigos, nuestro orgullo, autoestima, etc. Somo personas que creamos un entorno, una imagen que nos define. Cuando hemos sido engañados, sentimos que los demás nos miran de otra manera, y la mirada más dura viene al reflejarnos en el espejo, con esa expresión de desconcierto.
Existen muchos casos de parejas que han salido adelante ante prueba tan dura. Pero la verdad es que la relación jamás volverá a ser la misma... lo que no quiere decir que no puedan construir de nuevo su felicidad, pero ambos deben cambiar.
A pesar del dolor, estas situación puede ser una oportunidad para fortalecer la relación. Ahora bien, la sinceridad en este proceso es fundamental. Si el que engaña no quería seguir adelante, es momento de decir no más. ¡Engaño si sería acceder a intentarlo de nuevo por que se tienen sentimientos de culpa!.
Si ambos están de acuerdo en seguir adelante, deben tratar de comprender el por qué del engaño, identificar las mutuas responsabilidades. Tal vez sea el momento de expresar lo que se espera del otro, lo que le gustaría que la otra persona hiciera en la relación. Muchos engaños se dan por que las personas no encuentra en la pareja respuesta a ciertas necesidades... (¡necesidades que aveces no se expresan!).
Se deben adquirir compromisos para construir de nuevo la confianza. El respeto debe ser mutuo. El que perdona lleva la batuta, debe exigir cumplimiento de las nuevas condiciones y transmitir firmeza en el proceso. Si se presenta como alguien que no es capaz de actuar, el perdón se entenderá como debilidad. La paciencia y el amor debe ser la mano que guíe los pasos. Un familiar o buen amigo mutuo puede ser apoyo en este caminar (no se debe descartar la ayuda profesional por supuesto).
Este proceso no es fácil, los temores estarán allí y pueden hacer tortuoso el recorrido; por eso la comunicación debe ser constante. No se trata de prometer para el futuro, es construir en el presente. Intentar de nuevo una relación con alguien que nos ha engañado puede ser muy arriesgado... pero como dijo alguna vez el Dalai Lama: "Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos..."
Así que adelante, en el fondo sabemos quien vale la pena y quien no... la cuestión será siempre aprender a aceptar la realidad y tomar la mejor decisión para nuestras vidas...
PD: En la pestaña llamada el baúl compartiré "Canción de amor sincero" de Raúl Gómez Jattin
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