Mucho corazón

Una tonada se apropió de mis pensamientos como una mariposa en la habitación. Había empezado a desarrollar una idea, pero la canción interpretada por Luis Miguel se instaló sin poderla ignorar. ¿El tema? se titula "Mucho corazón", pero el estribillo que no me ha dejado dice así: "... de mi pasado, preguntas todo; que como fue..." claro, el compositor debía estar desesperado con los interrogatorios de su pareja, por eso más adelante la canción argumenta: "... si antes de amar, debe tenerse fe..." El pasado... ese estado del tiempo en el que muchas parejas viven, mientras marchitan su presente. ¿Que deberíamos hacer? ¿estar del lado del angustiado Luis Miguel o de la supuesta agente de la C.I.A.?


Por un lado, aveces somos apresurados. En la vida nos hemos encontrado con personas deslumbrantes y maravillosas. Hasta nos enamoramos sin siquiera saber que hacen con su vida. A las personas se les debe conocer en "contexto". En las oficinas vemos personas serias, decididas, inteligentes. En los bares personas simpáticas, graciosas e ingeniosas. En ambos casos, podríamos quedar fascinados con una o la otra engañándonos fácilmente.

Por otra parte, podemos conocer muy bien a la otra persona, siendo su pasado el principal obstáculo para amarla con confianza. Como quien abandona a su pareja para formalizar su relación con su amante. A la primera dificultad, quien fuera su amante podría decir: "si ya engañó, conmigo lo puede hacer también". ¡Ah problema!. O el caso de la ex-pareja, que sigue siendo amigo(a) de la que es ahora nuestra. ¡otro lío digno de un drama de novelón!.

Con aciertos y errores, nuestro pasado define nuestro presente. Si hemos tenido tropiezos, vivido la "vida loca" o terminamos un tórrido amor y hemos cerrado ese capítulo de nuestra vida, esperamos que nuestra nueva pareja nos comprenda y acepte sin juzgarnos. ¿Será mucho pedir? ¿estaríamos dispuesto a ello si fuera la situación contraria?... siempre es más fácil pedir sacrificios que ofrecerlos ¿cierto?. 

Una relación emocionalmente sana requiere confianza. Estar siempre a la defensiva, atentos al error, al indicio, a la sospecha es como pretender dormir con el enemigo. ¡No hay descanso!. Si vamos a empezar una relación donde la duda es la amiga fiel, lo mejor es ni siquiera intentarlo... ¡así sea todo un espécimen! ¿para que? y si ya estamos inmersos en una relación hay dos caminos: 1. Separarse o 2. Aceptar a la persona. Nadie, absolutamente nadie, está exento de ser engañado. Y los casos de personas celosas-controladoras engañadas es inmenso... 

Lo cierto es que la confianza se construye día a día. Una cosa es estar enamorados y otra es estar adormecidos. Si hemos decidido aceptar en nuestra vida a alguien cuyo pasado es complejo, no tenemos por que estarle recordando que no confiamos. Como si le hubiéramos hecho un favor. Por supuesto el tema es crear confianza, no vivir confiados. Cultivemos nuestro amor propio y seremos capaces de brindar un amor sano a los demás. Decir sin temores : "te amo, pero si me fallas, me perderás" es amar con libertad. Si vas a amar, hazlo en el presente, con alegría en el corazón...



    



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