¿Con corazón o con razón?

Desde que este espacio surgió, el lado sentimental de nuestra vida ha sido el protagonista permanente de varias palabras al viento. Sin embargo, mirando atrás el camino recorrido, entre reflexiones, opiniones e ideas diarias, una pregunta hallé escondida entre las letras, como un espía entre los arbustos. Ahora, que nos estamos estrenando en la red del Twitter, una amiga la sacó del anonimato: Cómo tomar ciertas decisiones radicales en el área sentimental. Es decir, y esto hace tiempo apareció en un comentario: "Una cosa es decirlo y otra cosa es hacerlo". Pues aquí vamos...

Recuerdo una historia de alguien muy cercana, al narrarme sobre un tormentoso amor de juventud (ojo, no hay edad para amores tormentosos) que la llevó a una profunda depresión. Lo curioso era que a pesar de las advertencias de amigos y familiares, ella no podía terminar esa relación. Es más, confesaba que en su momento sabía que no le convenía y le hacía daño, sin embargo seguía allí, enamorada viviendo en su mundo idílico con aquel hombre. En una situación como estas, podemos llegar a ser increíblemente elocuentes para dar consejos a los demás: "Es cuestión de amor propio... usted sabe que es lo mejor para su vida... con esta persona no va para ningún lado... piense en su mamá! " y un largo etcétera... (Por supuesto este blog no ha sido la excepción).

¿Podríamos decir entonces que el amor no entiende de razones?. Desde papelitos en el colegio, hasta grandes poemas y canciones parecen decir sí a esta cuestión. En ese sentido, deberíamos andar con cuidado, cautelosos, ¡no sea que el corazón nos meta en problemas!... No deberíamos siquiera dar consejos o hablar del tema... Sin embargo creo que se puede amar acompañados de la razón. Podrían algunos decir: "pero eso no es amor" "Donde queda la aventura, el riesgo, la pasión". Recordando anteriores entradas podría decir: "Nos estamos creyendo completicos los cuentos de Disney". No creo que seamos seres divididos, que cuando nos enamoramos perdemos la razón, como si por amar de pensar dejáramos. ¡De ser así mi amiga aún seguiría con su tormentoso amado!.

En primera instancia, enamorarse lleva en sí algo de razón. No vamos por la calle, cuando de repente "Ups, me enamoré". Siempre habrá un proceso interno, nos decimos cosas como : "Que sexy. Me gusta su sonrisa. Que bien me trata. Es muy inteligente". Y nuestro cerebrito refuerza lo positivo. Surgen razones "¿por que no? Me gusta. Aceptaré salir. Así es como estaba buscando" etc. Sin extenderme: No es una sonrisa lo que enamora, es todo lo que creamos en torno a ella.... Claro, mucho de esto nos pasa de forma inconsciente, interviene la química, el entorno y gracias a todo esto el amor aun engalana nuestro mundo....

El problema es que con el tiempo, las relaciones nos dan tantos placeres que damos prioridad a los momentos y no a la felicidad. Preguntamos: ¿Por que volviste con ella? y nos responden: "Extrañaba su cuerpo en las noches frías". Así de simple... Podemos terminar dándole un alto valor a un momento nocturno, así en el día sea intolerable la convivencia... Siempre hallaremos las razones para justificarnos...

Somos seres complejos. Tenemos miedos. Nuestra sociedad nos inculca el temor a perder las cosas, a explorar lo nuevo: "Es mejor malo conocido que bueno por conocer" "No sea que te quedes solo o sola". Además, no siempre estamos preparados para aceptar la verdad. Aunque sepamos que alguien nos hace daño, nada pasará hasta que comprendamos que nos hace daño. Saber, no es comprender. Pero empezar a hablar, a reflexionar, a rodearnos de personas que nos ayuden a reencontrarnos, sin juzgarnos, es un buen comienzo hacia sanas relaciones.

Así como hay razones para amar, también las hay para olvidar... Nunca es fácil, pero debemos descubrir aquellas que nos permitan recordar nuestro verdadero amor: El que nos debemos a nosotros mismos... 

...Os envío un cálido abrazo...

Nota: Por supuesto este tema difícilmente concluye aquí. Por ello seguirá presente en las reflexiones de este amplio camino que hemos empezado a trasegar. Gracias a todos y todas...




 

  

Comentarios

  1. Muchas razón; de todos modos para enamorarse o mas bien para aprender a amar se aprende practicando, por algo Fromm cataloga al amor como un arte!

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