
Basta ver la historia de la humanidad para encontrar un sinfín de ejemplos que corroboran esta idea. Sin ser tan trascendentales, nuestra historia personal justificaría la frase del cantautor fallecido. Una pausa. Recordemos un poco... mirando el pasado, creo que mas de uno dirá "Uff en qué estaba pensando!...¿Estaba pensando?". Sin embargo, prestemos atención, pues nadie está exento de perder la cabeza por amor.
En nuestra vida debemos tener claro cual es nuestro centro. Es decir, nuestra fuente de amor propio. ¿De que está hecha esta fuente? de nuestras convicciones, principios e ideas que deben ser irrenunciables ante los demás. Si, irrenunciables, y deben decirse de forma positiva: "La amistad es un tesoro invaluable" "el respeto y honestidad son lo mas valioso para mí" "Seré profesional"."trabajar es una cuestión de respeto y dignidad para mí" "Jamás agrediré ni permitiré agresión en mi contra". "Siempre apoyaré mi familia", etc, etc y etc. Cada quien crea sus propios pilares...

En toda relación se puede negociar, llegar a acuerdos; pero si no tenemos claros ciertos principios estaremos cediendo a pretensiones sin fundamento o caprichosas. Y cuidado con permitir que nos manipulen con el baboso argumento de: "pruébame tu amor"... ¡para pruebas los laboratorios! ¿de acuerdo?.
Respetemos las ilusiones e ideas de los demás y exijamos el mismo trato. Tal vez las relaciones suelen ser bastante complejas, pero a la vez pueden ser mas simples de lo que creemos. Debemos empezar a ser más honestos con nosotros mismos y liberarnos poco a poco de tantos miedos en nuestro corazón.
Ojalá la noche cargada de sueños, les invite a caminar por el espacio sideral...
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