Recuerdo una clase de colegio en la que nos encontrábamos discutiendo sobre diferentes sentimientos. Inevitablemente alguien propuso construir la mejor idea para expresar el amor... Independiente de pensáramos que habrían tantas ideas acerca del amor como personas en el mundo, decidimos hacerlo. Finalmente terminamos construyendo una que decía mas o menos: "El amor es la relación entre dos seres a nivel de lo que son, sienten, piensan, viven en la cual juntos buscan alcanzar la perfección".
Sé que algunos pensaran que lo perfecto es una pretensión imposible, sin embargo en nuestra vida hemos experimentado la perfección en variadas formas: Un atardecer, un bebé que sonríe, la lluvia en el rostro, una compañía... Y en nosotros la perfección es tener la capacitad de cambiar, crecer, ser cada vez mejores. La pregunta es: ¿Nuestra pareja influye?... y la respuesta es: ¡definitivamente si!
Cuantas veces hemos hecho comentarios en torno a personas que están de novios o casados, como: "Carlos desde que está con Juanita se ha vuelto mas amable" o "Fernanda desde que está con Pedro no sonríe como antes". A pesar de que la responsabilidad de ser mejores es de cada quien, también es cierto que las personas con quienes compartimos nos pueden hace avanzar o retroceder en este propósito.
En un momento dado debemos preguntarnos: ¿Ésta persona con la que comparto que le está aportando a mi vida?. Si hasta ahora vamos a empezar una relación, esta es una buena pregunta para decidir si continuar o no. A veces nos dejamos deslumbrar por ciertos atributos de alguien, pero si no aporta algo a nuestras vidas, podríamos estar frustrando nuestro mañana. Si por el contrario nos encontramos en una relación poco sana, la respuesta a la pregunta nos podría ayudar a tomar la decisión de no continuar más con ella. Como dirían las mamás: "mejor solo que mal acompañado".
La felicidad en una relación no está sujeta a la cantidad de discusiones que se tengan o salidas a bailar. Está cimentada en el apoyo mutuo, en creer en cada uno, en darse ánimo en los proyectos por sencillos que sean: Dejar de fumar, aprender un arte, controlar la ira, ser mas detallistas o ser profesional. Por eso debemos ser justos y preguntarnos ¿Y que le estoy aportando a mi pareja?. Si la respuesta no es positiva, pero existe amor y respeto, es momento de abordar el tema con franqueza, hacer compromisos y plantear nuevas metas (o retomar aquellas olvidadas).
El sol de ayer no es el mismo que nos calentará mañana, todo cambia, todo se transforma. En nuestro interior reside esta extraordinaria esencia de la vida. Siempre podremos cambiar, ser mejores. Si llegamos a sentir lo contrario, es por que hemos decidido llegar al final de nuestra existencia...
...Como diría Carl Sagan: ¡somos polvo de estrellas!
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