He dicho adiós

Hace unos días tuve oportunidad de hablar con una querida amiga, entre varias cosas le pregunté qué había pasado con la persona con quien estuvo saliendo por cierto tiempo, y si era verdad que ya habían terminado: -"Sí, terminé la relación con él - me dijo,- lo borré del teléfono, de mi pin, dejé de llamarlo, pero me sigue buscando, me localiza, empieza a ilusionarme de nuevo, me insiste tanto que acepto verlo... ¿al final?  termino sintiéndome triste y furiosa por caer de nuevo en su juego...". Le pregunté si él había aceptado su decisión de separarse, confirmándome que sí había aceptado. Y pienso en lo egoístas que podemos ser al no dejar "partir" a alguien que estuvo a nuestro lado.

En nuestra cultura, con dificultad aceptamos las pérdidas: seres queridos, un trabajo, una mascota, dinero... por supuesto las relaciones amorosas no son la excepción. En la situación de mi amiga, ella necesita espacio, tiempo para sanar posibles heridas y aceptar el fin de esta relación, la cual sabía era importante para ella. Por otra parte su ex-novio, a pesar de decir estar de acuerdo con la decisión tomada por ella, en realidad no la aceptó, y es evidente que tampoco desea que vuelvan a ser novios... ¿Entonces, que puede estar pasando?.Tendrá el síndrome del general o del existencialista? Me explico:

Síndrome del General Libertador: Alejandro, Napoleón, Bolívar y muchos otros, quisieron ser siempre recordados más allá de sus hazañas, por eso sus rostros aparecen en pinturas, monedas o estatuas ecuestres hasta la actualidad. Muchos podemos sentirnos así y no tolerar siquiera la idea de ser olvidados, que dejemos de ser importante para alguien, que ya no estemos en su corazón, que prefiera estar con otra persona….

Síndrome de Hamlet, Ser o no ser: Tal vez no tengamos una calavera en la mano planteándonos este dilema, pero si podemos estar inseguros en si queremos continuar o no con una relación. En no estar dispuestos a ser novios o esposos, pero tampoco a aceptar solo la amistad de la otra persona.

Cualquiera sea la situación debemos ser firmes, solicitar respeto por nuestras decisiones, no alimentar falsas expectativas o contradecirnos (no te quiero ver pero acepto una cita), si no podemos evitar hablar con la persona por cuestión de estudio o negocios, hacerle saber que seguiremos en contacto por los compromisos existentes. Si insiste en hablar, hagamos preguntas de calidad antes de aceptar: ¿sobre que quieres hablar? ¿cuando dices "lo nuestro" a que te refieres?  ¿y tu objetivo cual es?. Así sabremos que terreno estamos pisando.

Cuando hemos tomado esta clase de decisiones, así sean difíciles de asumir, debemos ser sinceros con nosotros mismos, no traicionarnos y seguir adelante. Nadie nos puede lastimar a menos que se lo permitamos. Si hemos decidido dejar una relación atrás, nuestro comportamiento y actos deben ser consecuentes con el fin de infundir credibilidad y respeto, lo contrario solo dará pie a que jueguen con nosotros.