¿Perdón y Olvido?

"¿Como quieres que lo perdone, ah? ¿Cómo quieres si me hizo tanto mal?". La tarde transcurría sin tiempo, lenta, por un momento dejamos de mirarnos; como buscando algo en el suelo. "otro café por favor". Mientras terminábamos nuestra bebida, el silencio nos regaló su dulce compañía y la noche llegó en el instante en que las tazas quedaron vacías, "creo que siento mucho odio" musitó... y así, muy quedo; esta última frase la llevé conmigo para pensar en el perdonar y olvidar.


Un poeta alemán, Friederich Hebbel dijo alguna vez: "No honres con tu odio a quien no podrías honrar con tu amor." Si alguien en verdad no valoró todo lo que dimos e hicimos por ella, ¿por que ahora le vamos a dar la exclusividad de otro sentimiento tan intenso como el odio?. ¿Acaso estamos de promoción?: "¿Venga por uno y lleve dos?" no lo creo.

Nuestra rabia, frustración u orgullo nos llevan a terminar odiando a la otra persona, entregándole un sentimiento que nos deja vulnerables ante ella, permitiéndole que nos domine, que continúe siendo lo más importante en nuestra vida, es decir que le hemos premiado por partida doble. Tan es así que cuando le vemos de lejos por la calle, pronto nos pasamos a otra acera, dejamos de asistir a reuniones o compartir otros espacios, y nuestra justificación se aproxima a un "¡no le quiero ver ni en pintura!" (bueno, pocas personas tienen una pintura de la persona amada, claro está). ¿Pero es esto justo con nosotros mismos? ¿Tanto poder le hemos dado que con solo abrir la boca el sol deja de brillar?.

No podemos dejar de sentir lo que sentimos, eso está claro. Pero si debemos empezar a darnos nuestro lugar y ver las cosas de otra manera. ¿Aquella persona no nos valoró?, ¡pues ella es la que se lo pierde!, es ella quien dejó pasar una maravillosa oportunidad. Empecemos a perdonarnos, si, así como suena, resulta que nos auto-flagelamos demasiado: "Que estúpido(a) fui, ¿como no me di cuenta?, fui muy imbécil, todos lo veían y yo no quería darme cuenta, ¿cómo permití esto?" etc, etc de estas "tiernas" palabras hacia nosotros solo pueden brotar resentimientos, odios, venganzas y frustraciones, sentimientos que no nos hacen bien, nos cambian y hacen que olvidemos lo más importante para nosotros: ¡Ser felices, sentirnos bien y plenos!, los sentimientos negativos solo nos alejan de ser seres maravillosos.

Podemos alejarnos de quien nos lastima sin necesidad de odiar, podemos dejar pasar a las personas que nos lastiman sin resentimientos... A nuestra vida llegan personas necesarias para aprender y crecer, solo debemos estar preparados para aceptar estas lecciones. Vivamos el duelo que tengamos que vivir, lloremos lo que tengamos que llorar, ¡y ya!. la vida es demasiado corta como para vivir con amargura.


¿Y que hacemos con la otra persona? perdonarla, pues alguien que no valora lo bello de las personas difícilmente será feliz, o tal vez aun le falta madurar por esta vida y apreciar la belleza de las cosas... Probablemente nunca olvidemos su comportamiento hacia nosotros, pero no significa que debamos estar cargando una maleta tan pesada como la del odio. Caminar la vida sin resentimientos, es sentirse libre y alegre... Ah, ¿y por casualidad nos la encontramos en una fiesta? ¿en una reunión? Pues a sonreír, a brillar, que la persona vea lo que dejó perder... dejemos en la mente de ese alguien el desconcierto y la duda. Definitivamente producir esas reacciones, es uno de los más exquisitos placeres. 

Esta noche recordemos lo maravillosos que somos... esta noche extendamos los brazos con fuerza y dejemos libres nuestras sonrisas al viento...

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