
Al mirar ese cielo pienso que en el universo se hallan los
agujeros negros, poderosos fenómenos que absorben hasta la luz. A la vez pienso que curiosamente en nuestra
vida estos agujeros existen también y se llaman: Monotonía. Ah! Poderosa fuerza
capaz de arruinar arco iris, de destruir amores y hasta la vida misma…
Tal vez mucho se ha hablado del tema, es tan común que en
cuestiones de pareja todos son expertos al decir: “ojo con la monotonía, la
dejan entrar en sus vidas y hasta ahí llegaron” y a la par surgen soluciones
tan múltiples como si de un recetario se tratase: “salgan de paseo, caminen,
ponte orejitas de conejita Playboy, llévale flores, hagan un proyecto juntos, jueguen, pellízcale
las nalgas en un coctel, etc, etc” Puede que esto funcione, y sea válido, pero
lo esencial no está allí y con el tiempo las tácticas se convertirán nuevamente
en paisaje.
Alguna vez, cuando leí “El Profeta” de Gibrán. Encontré un
aparte donde hablaba de la vida en pareja y lo asimilaba a un templo sostenido
por dos columnas, las cuales no podían estar juntas pues se caería el techo y
tampoco tan alejadas que ni siquiera lo toquen. Al pensar en ello, considero que muchas veces perdemos nuestra
propia esencia, nuestro ser individual, convirtiéndonos en autómatas, en seres
que van del trabajo/estudio al hogar y viceversa. O convirtiéndonos en el siamés de la persona
con la que compartimos: “es que con Héctor vamos a todo lado juntos, con los
amigos, fiestas, paseos y hasta trabajamos juntos” Por favor, como diría el
buceador “¡Aire, Aire!”. Aclaro, no es que esté en desacuerdo pero como dicen
las mamás: “todo en exceso no es bueno”
Ya que estamos en una época de propósitos, hagamos uno
sencillo pero esencial: “buscar aquello que nos da alegría, que nos da pasión” y perdón por los que les apasiona el trabajo,
hablo de algo más personal más íntimo, finalmente los apasionados por el
trabajo les pasa lo que a todo el mundo: “solo hablan de trabajo”. ¿Te gusta
leer y no lo has vuelto a hacer? ¿Qué hay de ese amigo o amiga que llevas
tiempo sin hablar? ¿Dejaste a un lado pintar, escribir o cantar? ¿Te interesan
los ovnis? ¿Viajar? ¿Ayudar a otros? ¿Caminar?
Todo lo que sea para nuestro estímulo personal nos alimenta,
nos hace crecer, nos hace capaces de aportar a la gente que nos rodea. Y si dejamos
de hacer aquello que amábamos, no hay problema, es como la amistad: “Sin
importar el tiempo siempre estará allí esperándonos” solo es necesario tocar de nuevo su puerta. En definitiva: Somos seres
de fuego, el fuego lo llevamos en el pecho, todos lo hemos sentido en algún
momento de nuestra vida, pero el fuego necesita aire… ese nuevo aire que nos recuerde
la maravilla de nuestra existencia.
Mi favorito!
ResponderBorrarEspectacular¡
ResponderBorrarporque el fuego repira aire?
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